A pesar del plan agresivo que quiere poner en marcha, al presidente de AENA, José Manuel Vargas, no le cuadran los números.
Por un lado, tenemos que en 2011 el Ebitda fue de 890 millones de euros y la deuda ascendió a 14.945 millones de euros, un 16,7 veces más que el beneficio de explotación. Según ha explicado Vargas, la intención es reducir este ratio hasta situarlo en cinco o seis veces el Ebitda. La cuestión es cómo lograrlo, al mismo tiempo que se ponen en marcha inversiones ambiciosas, sobre todo en el exterior, con el fin de no depender tanto del mercado nacional.
En cualquier caso, Vargas ha explicado, durante un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que para lograrlo, entre otras medidas, realizará un "recorte en gastos ambicioso", centrado en optimizar los contratos con proveedores, cuyo volumen está alrededor de los 1.000 millones de euros.
Para conseguir los ingresos necesarios, el presidente de AENA ha afirmado que contará con las subidas de tasas aeropuertarias -en 2012 subirán de media un 10,2%- y con un plan comercial que consistirá en aumentar la superficie comercial en los aeropuertos. Según Vargas, esta medida, que se llevará a cabo en los próximos meses, podría aumentar un 20% los ingresos derivados de la actividad comercial.
En cuanto a la privatización de la compañía, el presidente ha afirmado que "primero hay que ponerla en valor antes de evaluar un eventual proceso de privatización". Luego ha aclarado que este proceso de privatización, de momento "no está definido".
Pablo Ferrer
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