La vida real depara, en algunas ocasiones, historias terribles. Como la que sucedió en el año 1955, y que tuvo como víctima a un chico de 14 años de Chicago que pasaba las vacaciones con unos parientes en Misisipi: tras piropear a la dependienta blanca de una tienda de un pequeño pueblo, fue secuestrado por el marido de la mujer y un primo suyo, quienes lo lincharon y asesinaron.

La película cuenta de forma lineal y pormenorizada todos los acontecimientos, y se centra en la reacción de la madre del muchacho, quien luchó porque se hiciera justicia con sus asesinos, convirtiéndose su caso en uno de los más relevantes para la lucha contra la discriminación racial.

Este relato sigue la senda argumental de otros como Arde Misisipi y, aunque siempre es importante denunciar la maldad humana, más aún si no hay arrepentimiento, se engloba dentro de una lista de relatos sobre la lucha por los derechos humanos en Estados Unidos, que hemos visto repetidamente en el cine.

Es por eso que lo mejor de Till es la impresionante interpretación de Danielle Deadwyler, que encarna a esa madre coraje que fue Mamie Till Mobley.

La película está producida por la conocida actriz Woopie Goldberg, que también asume un papel secundario.


Para: los que les impresione hasta donde puede llegar la maldad humana por la diferencia en el color de la piel.