Hace dos años, se estrenó en España, Elvis, la visión que el director australiano Baz Luhrmann realizó sobre la vida y la carrera de este icono de la música. Y ahora llega a la gran pantalla, Priscilla que, de alguna forma, logra un tándem perfecto con el anterior film puesto que si la primera era un biopic musical, lleno de dramatismo, ésta resulta un acercamiento más humano, más suave, pero interesante para los fans de Elvis Presley.

Priscilla narra la historia de amor entre ambos desde se conocieron en una fiesta, cuando Priscilla Beaulieu era una adolescente y Elvis Presley ya era una meteórica superestrella del rock and roll. Relata el largo noviazgo y su matrimonio, lleno de turbulencias,

El film está narrado desde la mirada de Priscilla desde el momento en que está basado en su autobiografía Elvis & Me. A más a más no sólo es la productora sino también se tomó su tiempo en contarle anécdotas personales a la protagonista femenina del film, Cailee Spaeny, cuya elección para este trabajo es, sin duda, uno de los aciertos de la película, porque con su cara de niña resulta totalmente verosímil encarnando a Priscilla desde que conociera a Elvis en una base militar alemana, hasta su convivencia en la lujosa finca de Graceland.

Coppola ha conseguido que el espectador se introduzca tranquilamente en esa convivencia íntima entre ambos y comprenda que a Elvis, totalmente manipulado por su representante, le atrajo posiblemente de Priscilla que, cuando la conoció, era una niña que podía ser modeada a su gusto. Sin embargo el film, de ritmo pausado, tiene el lastre de que la imagen que se ofrece de Priscilla es impoluta: es la inocente, pero también la que intentó (sin éxito) que Elvis dejara sus adicciones mientras intentaba madurar, en la medida de lo posible, sola, puesto que al irse a vivir con él a Graceland, estando todavía en el instituto, se alejó totalmente de su familia. De hecho, aunque los padres de Priscilla  eran contrarios a la convivencia de ella con Presley (él le pasaba 10 años) incomprensiblemente le dejaron vivir esa experiencia cuando era menor, posiblemente impresionados por lo famoso que ya era Elvis.

Para: los que tengan curiosidad por la vida de Elvis Presley.