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Toda mujer debe ser esposa y madre. El eterno femenino es el que impulsa hacia lo alto

Jesús (21-V-2011): Yo creé el alma femenina para ser una ayuda, para ser una unción. Yo la creé para mi recreo. Para mi infinito amor. Yo la creé para Dios. ¿Cómo habéis pervertido esto? ¿Es que no sabéis que por medio de vosotros el hombre alcanza la paz? El eterno femenino es el que impulsa hacia lo alto. Yo quiero hacer un llamamiento a todas las mujeres de la tierra. Un llamamiento a que recuperen su vocación: de esposa, de madre. La madre tiene el poder de volver el corazón del hombre hacia ella. No así el hombre. Aprended a ser esposas, ser madres. ¡Todas! Es antinatural que una mujer abandone su campo de la familia.

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