• El presidente internacional , el peruano, José Carlos Ugaz, presiona a la rama española para que abandone los métodos informativos y pase a los ejecutivos, como utilizar incluso las vías jurídicas.
  • En plata: la central pide a España más rigor contra los corruptos. Es decir, abronca a Jesús Lizcano y a Antonio Garrigues.
  • La dirección mundial considera agotado el modelo anterior.
  • Uno de los puntos de fricción han sido los informes de la rama española sobre los programas de los partidos que concurren al 20 de diciembre.
  • La dirección mundial considera que los partidos españoles se aprovechan de la organización.
Transparencia Internacional (TI) es una organización no gubernamental dedicada a combatir la corrupción en el mundo a través de la exigencia de eso, de trasparencia. En España, sus máximos responsables son Jesús Lizcano Álvarez (presidente) y Antonio Garrigues Walker (vicepresidente, en la imagen). Mientras que el presidente internacional de la organización es el peruano José Carlos Ugaz. Pues bien: en su última reunión en Malasia, en agosto pasado, la organización tomó la decisión de luchar contra la corrupción de manera más ejecutiva y menos explicativa. Es decir, plantear y emprender acciones incluso jurídicas, si fuera necesario, contra los corruptos; frente a una línea de actuación más 'políticamente correcta' consistente en realizar informes, mediciones, fotos, actos, relaciones públicas, etc., sobre la transparencia. Se da la circunstancia de que la sección española de Transparencia Internacional ha sido hasta ahora más partidaria de la segunda línea de acción que de la primera. Y lo sigue siendo. Por eso, está recibiendo presiones por parte del presidente Ugaz para que cambie de métodos y pase a esa línea más 'práctica'. Vamos, más expeditiva con los corruptos. De hecho, uno de los capítulos de ese desacuerdo ha sido la línea de actuación de cara a las próximas elecciones generales en España del 20 de diciembre. Mientras la sección española es partidaria de evaluar los programas de los partidos políticos concurrentes a las elecciones, la dirección global de Transparencia Internacional no lo aprueba por considerar que es una forma de utilizar a la organización para los fines políticos de los partidos. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com