- Una herencia de 800.000 euros supone pagar 164.000 euros por dicho impuesto en Andalucía y 9.800 euros en Cataluña.
- Un tributo confiscatorio y discriminatorio, que tiene notables diferencias entre las 17 autonomías.
- A Andalucía se suman como los más caros: Asturias (162.000), Extremadura (159.000) y Aragón (155.000).
- En la otra cara de la moneda están: Canarias (134), Cantabria (1.200) y Madrid (1.600).
- Claro que la Agencia Tributaria de Cataluña sólo asume la gestión de los impuestos cedidos por el Estado, ni más ni menos.
- Pero cómo no, Junqueras lo ve como una preparación en materia tributaria y fiscal en caso de independencia.
Este viernes, la
Generalitat de Cataluña ha asumido la gestión de varios impuestos cedidos por el Estado, entre ellos, el de
sucesiones y donaciones, tarea que hasta ahora había delegado en los registradores de la propiedad. Claro que con este cambio no se forrará, pues dicho tributo está a años luz del que se paga en
Andalucía -en concreto es 17 veces inferior- y además prevé ahorrar 17 millones para la administración catalana.
Una herencia de 800.000 euros supone pagar
164.000 euros en Andalucía y unos
9.800 en Cataluña, según el ejemplo elaborado por Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Otra muestra de que el impuesto de sucesiones y donaciones es confiscatorio y
discriminatorio porque tiene notables diferencias entre las 17 autonomías.
A Andalucía se suman en los primeros puestos del ranking de impuestos de sucesiones y donaciones más caros:
Asturias (162.000 euros),
Extremadura (159.000) y
Aragón (155.000). Por eso no es de extrañar que muchos andaluces se empadronen en Madrid o que muchos asturianos lleguen a
divorcios ficticios para pagar menos.
En la otra cara de la moneda están:
Canarias (134 euros),
Cantabria (1.200) y
Madrid (1.600). Una gran diferencia que se debe a que en muchas comunidades hay grandes bonificaciones del citado tributo.
Claro que la
Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) sólo ha asumido la gestión de los impuestos cedidos por el Estado (o sea, el de transmisiones patrimoniales y
actos jurídicos documentados, y el de sucesiones y donaciones), de lo que hasta ahora se encargaban los registradores de la propiedad, ni más ni menos. Pero cómo no, el vicepresidente de la Generalitat,
Oriol Junqueras, ha afirmado que la ATC "se prepara para asumir responsabilidad en impuestos y fiscales" en caso de
independencia. No debería correr tanto…
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com