• El banco cooperativo logra su mejor beneficio desde 2011 ( 59,5%), pero es el valor más castigado en bolsa.
  • El Ceo, Philippe Brassac, no ha resuelto todavía la reorganización, de la que depende también el modelo de negocio.
  • Société Générale se dispara más del 6% en bolsa… por los resultados ( 57%) y por la reducción de sucursales y plantilla.
  • El gigante bancario galo se fía para el futuro del salto que dé para crecer en el modelo de banca digital.
Dos bancos franceses importantes, Crédit Agricole y Société Générale, han presentado este jueves sus resultados trimestrales este jueves. Son buenos en los dos casos, pero la bolsa no los ha interpretado con la misma generosidad. Mientras el primero es el valor más penalizado en el índice parisino CAC, el segundo vive unos de los días de gloria. Vamos, que primero se desploma casi un 8%, mientras el segundo avanza más de un 6%. La explicación de tal desigual baremo, sin embargo, no está en los resultados propiamente dichos -insisto, buenos en los dos casos-, como en el momento que viven en su proceso de saneamiento o reestructuración. En el caso de Société Générale, lo más grueso se da por superado. En el caso del banco cooperativo, no, fundamentalmente porque tienen pendiente una reorganización directiva que no se termina de concretar y que afecta a su modelo de negocio. Société Générale ha ganado 3.345 millones hasta septiembre, un 57% más, y sigue adelante con el previsto recorte de empleos (añade otros 2.000 en cinco años) y la reducción en un 20% de su red de sucursales en Francia, que compensaría con un aumento de su oferta en banca digital. El consejero delegado, Bernardo Sánchez Incera, ha dado más pistas en ese sentido al diario financiero Les Echos. El banco francés tiene previsto invertir 1.500 millones en cinco años para mejorar su oferta digital y espera que su filial de banca online Boursorama pase, en ese periodo, de 700.000 a dos millones de clientes. La situación de Crédit Agricole es buena también respecto a los resultados, que han superado las expectativas. El banco cooperativo ha ganado 2.634 millones de euros hasta septiembre, un 59,5%, pero sigue sin despejar una asignatura pendiente: su estructura de organización, que afecta a su negocio. De hecho, una de las razones por las que sufre en bolsa es por la caída del 2% de su cifra de negocios en el último trimestre (3.918 millones) y el aumento de un 3,5% (600 millones) en la partida de provisiones. Philippe Brassac sustituyó a principios de año al histórico Ceo Jean Paul Chifflet, en ese cargo desde 2010. Con ese relevo se cerraba etapa de menos aventuras y más espíritu cooperativo. Pero el problema de fondo no se ha resuelto y se concreta en cómo conciliar las aspiraciones para aumentar el negocio bancario con el espíritu cooperativo de las entidades. Sólo un cambio en ese sentido: el nombramiento de Dominique Lefebvre como presidente del grupo Crédit Agricole SA en sustitución de Jean-Marie Sander, que abandona a finales de año. No hay que olvidar que el 56% del capital de Crédit Agricole está en manos de 39 bancos cooperativos franceses y un 46% cotiza en bolsa. Hablamos, por tanto, de un gran grupo financiero francés, con vocación de liderazgo fuera de sus fronteras y al que no le han salido bien, en ese mismo sentido, algunas de sus últimas apuestas, como sus participaciones en bancos portugueses o griegos. Pero el grupo es muy grande -el segundo francés por activos- y está muy instalado en el medio rural francés (nueve de cada diez agricultores galos son clientes de Crédit Agricole). Rafael Esparza rafael@hispanidad.com