En 2017 cuatro miembros de la mesa del Parlament fueron inhabilitados durante 20 meses por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, por desobediencia. En concreto, por desoír los avisos del Tribunal Constitucional para que el Parlament no tramitara las leyes de desconexión.

En este caso, era un Tribunal quien advertía a un organismo autonómico que no siguiera por ese camino. ¿Ahora es lo mismo? No exactamente pero se le parece.

En Madrid, PSOE y Ciudadanos se movilizan para defender una moción de censura

En RTVE repetían que la mesa del Legislativo madrileño, donde PSOE, la izquierda y Ciudadanos tienen mayoría, había admitido a trámite las mociones de censura de PSOE y Mas Madrid y había paralizado la disolución de las cámaras y consiguiente convocatoria electoral de Isabel Díaz Ayuso. Ahora bien, la Mesa de la Cámara no puede prohibir una disolución: eso es competencia exclusiva de la Presidencia del Ejecutivo, como en cualquier autonomía y en el Gobierno central.

Los hechos no nacieron en Murcia sino en Moncloa. Iván Redondo, el cerebro, el único cerebro de Moncloa, idea un plan de mociones de censura para salvar a Ciudadanos de la extinción y utilizar al partido de Arrimadas como recambio para el PNV, cuyos seis votos son cruciales para Pedro Sánchez. Empiezan por Murcia, donde se reparten el poder (la Comunidad para Cs y el Ayuntamiento para el PSOE), y provocarían un movimiento en cadena que llevaría a sacar al PP de los gobiernos de Murcia, Madrid, Castilla y León y Andalucía. Vamos, que al PP de Pablo Casado sólo le quedaría Galicia, donde Feijóo gobierna en solitario.

Ayuso reacciona a toda velocidad y convoca elecciones donde, a pesar de su tirón popular, lo tiene difícil: no olvidemos que las pasadas elecciones las ganó el PSOE. 

Al tiempo, el progre-pepero Fernández Mañueco, en Castilla-León no sabe reaccionar con rapidez. Y entonces el Sanchismo depredador lanza una moción de censura en la región.

Todo ello minutos después de la sesión de control -perfecta la cronometría de la puesta en escena- en la que el caradura de Pedro Sánchez llamara a la moderación a un cada vez más errático Pablo Casado.

Sánchez se alía con Ciudadanos en Murcia, Madrid y Castilla. Y ya veremos qué pasa en Andalucía

Jornada movidita la del miércoles 10 de marzo. Primero: Ciudadanos traiciona al PP en Murcia, se alía con el PSOE y traiciona al presidente del PP, López Miras mientras se reparte el poder en la región con el PSOE, hasta ayer oposición: la Comunidad para Ciudadanos y el Ayuntamiento para el PSOE. Naturalmente, todo ello para luchar contra la corrupción. Naturalmente. Naturalmente.

De inmediato, Isabel Díaz Ayuso, en Madrid, convoca elecciones anticipadas. Como para fiarse de Ignacio Aguado.

El PSOE, a través de las mociones de censura, insisto, democracia de segunda, dado que no deciden los ciudadanos sino los representantes elegidos tiempo atrás, lanza una tercera andanada en Castilla-León. Allí, con un gobierno PP-Cs, el PSOE lanza una moción de censura que no puede ganar, salvo que Ciudadanos, que se jalea con todos, acuda a esa moción. Y es muy capaz de hacerlo.

El PSOE ha generalizado la democracia de segunda: es decir, la moción de censura frente a las elecciones

En Andalucía, los líderes de PP, el presidente Juan Manuel Moreno, y el vicepresidente de Cs, Juan Marín han decidido seguir unidos. Ya veremos por cuánto tiempo.

En ángulo amplio, la andanada viene de Moncloa y no ha hehco más que empezar. El PSOE ha generalizado la democracia de segunda: es decir, la moción de censura frente a las elecciones.

Mientras, la figura de Pablo Casado se difumina cada vez más: “la única solución para España es que todo el centro-derecha se una alrededor del PP”. Pero Pablo, ¡que quien te ha traicionado es el centro!

Casado: la única solución para España es que todo el centro-derecha se una alrededor del PP. Pero Pablo, que quien te ha traicionado es el centro

Sánchez aprovecha la traición de Cs para arremeter contra el político al que más teme: Isabel Díaz Ayuso.

De paso, el PSOE se gana a Ciudadanos para sustituir al PNV como muleta hasta final de legislatura. La entrevista de Andoni Ortúzar en RTVE donde presagiaba elecciones anticipadas para el próximo año (bueno, la fecharon sus filtradores) encendió las alarmas de Moncloa. Sánchez sabe que es presidente gracias a los seis votos del PNV, en una moción de censura. De inmediato, Iván Redondo se pone a trabajar para cambiar los seis votos del PNV por los 10 de Ciudadanos. Sabe que los nacionalistas vascos son expertos en la traición, que un mes después de cerrar la renovación del cupo vasco con Rajoy, envolvieron a Rajoy en ‘su’ moción de censura. Podrían hacerle a él lo mismo.