Elegante. Así se ha mostrado César González-Bueno en su estreno ante la prensa para presentar, viernes 30 de abril, los resultados del Sabadell del primer trimestre. El nuevo consejero delegado del banco ha tenido palabras de elogio a su antecesor, Jaime Guardiola, y al anterior director financiero, Tomás Varela. "Hicieron un esfuerzo enorme de saneamiento en el cuarto trimestre que nos ha puesto las cosas mucho más fáciles", ha señalado.

Ideas fuerza: el Sabadell tiene capacidad suficiente para seguir en solitario, y más allá. En el corto plazo, además, no piensa vender ni TSB -"tiene buena pinta", ha afirmado- ni el negocio en México, que existe gracias a Guardiola. La estructura del banco se ha simplificado, tanto en el negocio como en el corporativo, donde no se esperan más cambios. La mala noticia, o la más preocupante, se refiere a posibles futuros ajustes de personal. En lo que llevamos de año han salido del banco 1.800 empleados -todos en España-, el 11% de la plantilla. Salidas voluntarias -no traumáticas-, que podrían ser más a partir del 28 de mayo, fecha en la que González-Bueno dará el pistoletazo de salida a su etapa con la presentación de un nuevo plan estratégico. No se descarta ninguna opción.

Vamos con los resultados, que no han sido buenos, al menos de manera comparativa con el primer trimestre de 2020. La entidad que dirige César González-Bueno ha publicado un resultado de 73 millones de euros, cifra que es un 22,1% inferior a la del primer trimestre del año anterior, que fue de 93 millones de euros. Un duro varapalo para el grupo, aunque el mercado no lo ha recibido así. El precio de cotización del grupo, que venía de una senda ascendente acaecida desde el 21 de abril de 2021 con un incremento acumulado aproximado del 7%, se detuvo en seco el día de ayer, ya que la cotización del grupo descendió en un 1,42%. Tranquilos, este viernes ha vuelto a subir. El precio de la acción de Sabadell cerró el día de ayer en 0,485 euros, y dos horas del cierre de la sesión cotiza a 0,5184 euros, esto es, un 6,8% superior.

Dejando a un lado el mercado bursátil por el momento, pasemos a analizar las principales magnitudes que componen el resultado. Un año que sigue siendo malo para todos incluido Sabadell y que parece que no ha mejorado.

El margen de intereses y las comisiones han sido inferiores en un 5,8% y en un 2,2%, respectivamente, a las cifras del primer trimestre de 2020. Bueno, al menos a diferencia de lo que ocurrió a cierre de 2020, los gastos de explotación han sido inferiores en un 1,9%. Parece que el grupo ha espabilado. El total de provisiones y deterioros reconocidos por el grupo se ha situado en 354 millones de euros, cifra inferior en un 22% a la cifra del primer trimestre de 2020, lo que no supone sorpresa alguna.

La principal ratio de solvencia, CET1 (Common Equity Tier 1) se ha incrementado en un 0,22%, pasando del 12,16% al 12,38%. Respecto a la liquidez del grupo, su LCR en el primer trimestre de 2021 ha sido de un 207%, un 35% superior a la del cierre del primer trimestre de 2020. Además, ha bajado entre períodos la relación entre préstamos y depósitos (loan to deposit) en un 2%, un indicador sencillo de liquidez, que expresa el porcentaje de créditos en relación con los depósitos de minorista.

Vamos ahora con los morosos que tan populares fueron tras la crisis de 2008. La ratio de morosidad se ha situado en un 3,7%, inferior en un 0,8% a la media del sector español.

Como breve conclusión, Sabadell ha empeorado de manera considerable su resultado durante el primer trimestre de 2021 respecto al mismo trimestre de 2020. Pero no se echen las manos a la cabeza: la gestión ha sido mejor. De manera comparativa con el año anterior, la estrategia es clara: menos ingresos, menos gastos. Tampoco nada del otro mundo. Además, el precio de cotización del grupo, salvo por el bache de ayer jueves, sigue en una senda claramente ascendente desde el 21 de abril. Quizás sea una buena oportunidad de adquirir participación en el grupo y hacernos un poco menos pobres.