José María Roldán ha puesto un poco de cordura en el asunto del cambio climático
El ajuste en el sector bancario es imparable. Tal vez no veamos más ajustes masivos este año, tras los EREs de Caixabank y Santander, pero eso no significa que no continúen los cierres de oficinas y las salidas de trabajadores de manera constante. Este año, el que viene, al otro… y la culpa la tiene la digitalización. Y esto ocurrirá en más sectores, no solo en el financiero.
Lo cierto es que el bancario, además, debe hacer frente a una situación anómala, por mucho que el BCE quiera normalizarla: los bajos tipos de interés. El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, ha asegurado este jueves, durante su intervención en el curso de Economía de la UIMP y la Apie, que los bajos tipos están afectando a los resultados de las entidades. Vamos, que no son tan buenos como los pinta Luis de Guindos.
En este contexto, no obstante, las entidades españolas no cobrarán a los particulares por los depósitos. Solo faltaba. Solo el hecho de que la opinión pública se haya planteado la posibilidad, da qué pensar.
Y volvemos sobre el tema estrella del curso: el cambio climático. Roldán está convencido de la importancia del asunto, pero cree que es un tema aún incipiente. No debemos precipitarnos, porque a lo mejor resulta que tomamos decisiones equivocadas y al final es peor el remedio que la enfermedad. Debe ser una transición “ordenada”.
El 60% del parque de viviendas en España necesita cambiar sus fuentes de energía
Por ejemplo: el 60% del parque de viviendas en España necesita cambiar sus fuentes de energía, lo que requiere una fuerte inversión. ¿Cómo se afronta? ¿Qué papel deben jugar los bancos? ¿Qué interés deben aplicar a esos préstamos? ¿Qué riesgos tienen? Estamos hablando de que en Europa, para alcanzar los objetivos de la última cumbre de París, hará falta una inversión de 180.000 millones de euros en los próximos años. Un pellizco.
Facebook y su Libra. Roldán ha compartido algunas de sus dudas acerca de la criptomoneda de Mark Zukerberg. Por ejemplo, no está claro que, si va a tener la sede en Suiza, vaya a ser el país helvético el que se encargue de vigilar su actividad en los potenciales clientes, que son 1.700 millones de personas de todo el planeta.
Porque lo que realmente le preocupa a Roldán es el papel de estos “monopolios naturales que no están regulados”, que son las Bigtech. Juegan con ventaja y eso es preocupante además de injusto. ¿Por qué los bancos tienen que cederle los datos a las Bigtech y, sin embargo, ellas no?