- El beneficio antes de impuestos cae un 12,9% hasta septiembre, es decir, gana 400 millones de euros menos que en 2014.
- Y cuidado con la deuda a corto plazo, que crece un 62% y ya asciende a 14.746 millones.
- La buena noticia: la teleco aumenta los ingresos un 12%, con un leve repunte (0,2%) en España, después de siete años de caída.
- Esfuerzo inversor: de enero a septiembre, el grupo ha invertido un total de 7.100 millones de euros para desplegar fibra óptica.
- Y en España, con incertidumbre mientras Competencia no aclare las reglas del juego.
Me sorprendo esta mañana de viernes cuando, como buen ciudadano debidamente conectado a las redes sociales, comienzo a recibir los flashes de las noticias económicas y leo en todas las cabeceras: "
Telefónica aumenta su beneficio un 69,6% hasta septiembre".
Primer pensamiento: ¡Pues vaya con
Telefónica! Acaba el pasado ejercicio con una reducción en su beneficio neto del 34,7%, y en este ejercicio, justo en este en el que entra por la puerta grande en el negocio de la televisión de pago mediante la adquisición de DTS (Canal ),
anuncia beneficios.
Resulta que, de momento, se ha quedado fuera de la puja por los derechos de la Champions League debido a un desacuerdo total con Mediapro -que quiere hacer el negocio del siglo con los derechos adquiridos-, mientras que las dos principales operadoras de la competencia llegaron a un acuerdo y comercializan paquetes de TV con todo el fútbol, además de la conexión por fibra óptica a alta velocidad a través de la infraestructura pagada por
Telefónica, y todo a precios de saldo.
Pero el incremento del 11,9% de la cifra de negocios, o un ebitda de 11.013 millones de euros (M€), no dan para un resultado neto de 4.577M€. Está claro que
Telefónica ha tenido un resultado antes de impuestos un 12,9% menor que el de 2014. Vamos, que se han dejado en el camino más de 400M€ y que la cuenta de resultados se ha salvado por los 2.188M€ de operaciones en discontinuación, esto es, por la venta de las operaciones de
Telefónica en el Reino Unido, es decir, por la venta de O2. De esa cantidad, 1.257M€ corresponden a activos por impuestos diferidos que se podrán materializar en el momento que se hagan completamente deducibles.
Después de esto, lo que realmente es noticia es que
Telefónica ha vuelto a 'pinchar' y sigue reduciendo sus resultados de explotación, a pesar de su crecimiento comercial que, en cifras interanuales, representa un 12% más.
La buena noticia es que en España los ingresos han crecido un 0,2% después de siete años. Todo a pesar de la tremenda competencia que se está generando en nuestro país con la comercialización, a precios muy a la baja, de los servicios de alta velocidad por fibra óptica, unidos a paquetes combinados con TV que están rompiendo el mercado y que creo van a fidelizar, cuando menos a medio plazo, a una gran cantidad de clientes. La combinación de TV, en especial con fútbol en exclusiva, lleva aparejado el contrato de los servicios de banda ancha de esa compañía. Otra cosa será ver cómo quedan las cuentas de resultados al final del ejercicio, pues los derechos de los partidos no han sido bajos. Atentos, que alguno puede tener sorpresas por la política comercial tan agresiva.
Otro de los problemas endémicos de la compañía ha sido, y es, la deuda. Siempre me he referido a
Telefónica como una compañía sobredimensionada y con unas estructuras que, si bien se están modernizando y ajustándose a la competencia, arrastran una considerable deuda financiera. En términos brutos, a treinta de septiembre, la deuda ascendía a 61.449M€, un 2,8% más que en 2014 y con un problema sobre añadido: la deuda a corto plazo ha crecido en un 62,1% y ya asciende a 14.746M€.
Por el contrario,
Telefónica está realizando un esfuerzo encomiable en transformarse en una empresa puntera en tecnología, y paso a paso va dando muestras de la modernización de sus redes. Así, cuenta ya con un despliegue de 13,4 millones de puntos de acceso de fibra óptica en España, 16,6 millones en Brasil y un 73% de cobertura en Alemania. Todo, producto de la inversión de 7.101M€ realizada durante los nueve primeros meses de este ejercicio.
Difícil continúa siendo la tarea de la compañía que preside
César Alierta (
en la imagen) dentro de un mercado que aún espera una regulación definitiva que permita al sector enfocar sus inversiones con un norte claro. De momento,
Telefónica ha conseguido que España lidere la cobertura de la tecnología en fibra. De esta manera, se pueda plantear que para 2020, la fibra llegue al 97% de la geografía española, siempre que haya una regulación favorable que prime la inversión en estructuras sobre la pura comercialización.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com