FCC. El coronavirus acelera los planes de Slim y la caída de Construcción, que sólo aporta el 13% del negocio hasta marzo
- FCC deja atrás los números rojos: gana 21,4 millones el primer trimestre y mejora un 12,7% el Ebitda.
- Los gastos de estructura y administración bajan un 20% pero lo ingresos caen un 2,8%.
- La mejora en España (2,9%) contrasta con el revés en Reino Unido, en EEUU y Canadá.
- Reduce un 28% la deuda y la cartera de negocio garantiza actividad para cinco años.
Mejorar el resultado siempre está bien. Da buena imagen, te hace jovial y sin duda mejora tus posibilidades en el mercado. Sobre todo, cuando no hace demasiado tiempo estabas reestructurando la deuda, exprimiendo a los acreedores, y dando entrada a nuevos accionistas. Si después de estos ajustes no lo haces bien, difícilmente podrás justificar el sacrificio realizado, y difícilmente podrás contentar a Carlos Slim, que tuvo que entrar por la puerta de atrás dando empujones a los tenedores del pasivo del grupo. Se trata de que la foto salga lo mejor posible, aunque tienes que anunciar una emisión de bonos en los próximos días. FCC recoge un beneficio neto de 21,4 millones de euros en el primer trimestre, frente a las pérdidas de 16,7 millones en igual periodo de 2016, a pesar de que estas cifras reflejaban importantes extraordinarios, lo que luce aún más los resultados obtenidos. La mejora en la eficiencia y en la rentabilidad financiera y económica da lustre al resultado, y el Ebitda mejora un 12,7%, hasta 173,1 millones. Lamentablemente esta mejora se apoya en una reducción de gastos de estructura y administración (-20%) y en las medidas de eficiencia y sinergias empleadas. De algún modo lógico: apoyar y realizar actividades para otras empresas del grupo siempre resulta una medida de ajuste adecuada. Todo parece indicar que la entrada de Carlos Jarque como mano derecha de Carlos Slim ha dado un giro a la actividad del grupo. Todo indica al punto de partida en un cambio de ciclo con más ajustes a realizar, con la búsqueda las soluciones fuera para enderezar la actividad. No obstante, no todo brilla bajo el sol. Los ingresos bajaron un 2,8% en el trimestre, hasta 1.343 millones, con un leve crecimiento en España (2,9%) y caídas importantes en otras plazas. En Reino Unido, los ingresos bajan 7,2%, debido a la depreciación de la libra, y en EEUU y Canadá, un 77,7%, hasta los 12,7 millones. Son puntos débiles a corto plazo, sin tener en cuenta la desconsolidación del área de Cemento. Sin esos efectos, los ingresos del grupo habrían crecido un 2,2%, nada brillante para el nuevo entorno económico. Por área de negocio, la filial de servicios medioambientales es la que más aporta; un total de 659 millones, lo mismo que en 2016. El área de aguas cae ligeramente (-0,3%), hasta 231 millones. Y la actividad de construcción experimenta un leve incremento del 2,8%, hasta los 363 millones. Poco lustre con estos datos. La estructura patrimonial revela un nivel de endeudamiento un 28% inferior, hasta 5.063 millones, con el único apoyo de la cartera de negocio, en 30.650 millones, garantía de nivel de actividad importante para los próximos cinco años, según el grupo. Queda constancia de la venta del 3,2% de Xfera y de los 106 millones por el cobro del segundo tramo acordado por Glovalvia. Esther Alcocer Koplowitz estará contenta. Veremos el atractivo que tiene la entidad para posibles futuros bonistas, a los que más les valdría recordar la historia del grupo y los incidentes preconcursales recientes. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com