• Estancamiento de los ingresos y subida del margen de explotación.
  • Al final, crecimiento vegetativo de una empresa puesta a la venta por los italianos de ENEL.
Tanto discutir sobre puertas giratorias y sobre el acceso de nuestros queridos políticos a los consejos de administración de las compañías energéticas y parece que, al final, los chicos de la cosa pública lo hacen mejor en el sector privado que en el público, en su política sectorial que en la macroeconomía. Y así, pese al entorno normativo tan inestable, seguramente auspiciado por los que 'giraron' su vida, los resultados de las compañías de suministros eléctricos no están nada mal. Como muestra un botón: Endesa continúa firme y ambiciosa en sus objetivos. Según los datos de los nueve primeros meses, la entidad ganó 1.206 millones de euros, cifras cocinadas con su propia energía, que conducen a una cifra muy similar a los datos del ejercicio anterior, todo ello en un entorno en que la entidad se desprendió de su negocio en Hispanoamérica en el último trimestre del año anterior, en un proceso de vaciamiento de valor por parte de la italiana ENEL. El mayor volumen de gastos financieros, a soportar también, juega su papel en todo esto, con un aumento del 22%. A este respecto, resulta interesante comprobar como el negocio en el entorno peninsular ha aumentado sus resultados en un 62,7%, lo cual algunos podrán valorar como un síntoma de la recuperación económica -la producción de energía en la zona peninsular creció un 9,4%- o de un aumento del coste de la factura, por mucho que nuestros políticos juren y perjuren que bajarán el nuestro recibo un espectacular 1% y además en plena cuesta de enero (o en pleno ciclo electoral, que todo puede ser). En este orden de cosas, los ingresos fueron de 15.412 millones de euros, cifra similar al ejercicio precedente, que se compensa con un cierto control de los gastos, especialmente los costes fijos reportados (-3%) y recurrentes (-7%). Resulta interesante comprobar cómo la evolución del negocio se produce en un entorno de bajada progresiva o estancamiento del precio del petróleo y de unas condiciones climáticas excepcionales del primer semestre de 2015, condiciones que aparecen alargarse al veranillo de San Martín actual, que todo verano tiene su  santo. En este sentido se ha producido un aumento de la demanda residencial ( 6,1%) y del sector industrial ( 2,4%) y servicios ( 2,9%), lo cual nos lleva a cuestionar la bondad de las condiciones climáticas y en qué sentido su excepcionalidad. El cambio meteorológico afecta directamente a nuestra factura por lo que si ya no fuera suficiente tenemos presente un incentivo a gestionar adecuadamente para nuestros recursos energéticos. En términos de resultados, el EBITDA, es decir, el resultado  bruto de explotación de toda la vida, aumenta un 11,5%, con una elevada cifra de 2.752 millones de euros gracias al reconocimiento de algunos tributos por la generación fuera de la península, derechos de emisiones y una mejora en el margen de negocios. Todo ello conlleva a que el resultado de explotación, o en su versión moderna el EBIT, el resultado se cifra en 1.735 millones de euros, con un incremento importante respecto al ejercicio anterior, un 33,3%, nada más y nada menos. El alargamiento  de la vida de sus instalaciones ha favorecido la mejora de esta partida de resultados, tal y como hemos comentado antes, reduciendo gastos. Desde el terreno del balance de situación la deuda financiera neta se mantiene en un cierto orden, hasta los 5.095 millones de euros con una tendencia descendente desde diciembre del año anterior, con una reducción de 325 millones (una reducción del 6%). Resulta interesante comprobar cómo la entidad ha aumentado el importe de las inversiones brutas hasta una cantidad de 761 millones de euros. Endesa presenta un apalancamiento financiero saludable, en sus propias palabras,  y una elevada liquidez, al ser capaz de cubrir el vencimiento de deudas de 32 meses. Todo ello conduce a que los accionistas se mantengan contentos al mantener la política de dividendos; asimismo nuestros futuros políticos a jubilar -ya era hora- estarán expectantes en ver en qué en sillón se mantienen calientes y tienen un buen lugar en el que reposar su experiencia pública. Pero deberán darse prisa: los italianos de ENEL han puesto Endesa a la venta. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com