Ignacio S. Galán, Francisco Reynés y José Bogas se han puesto de acuerdo, ¡sí, han leído bien!, frente a la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológico y Reto Demográfico, Teresa Ribera. ¿El motivo? Quieren que les paguen más por el gas, además de lo que les deben, y que se defienda su papel en el mix energético.

Los primeros ejecutivos de Iberdrola, Naturgy y Endesa hacen lobby porque tienen activos de ciclo combinado. Todos coinciden en que no es posible evitar apagones si se cierran las nucleares y los ciclos combinados, sobre todo, si hay muchos días sin lluvia, ni viento, ni sol. En este escenario las renovables no bastarían y los ciclos serían fundamentales para garantizar el suministro.

Estos son considerados como tecnología de respaldo en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que incluso prevé que haya una potencia instalada de 27 gigavatios (GW) de ciclos combinados de gas para 2030. Y es que están operativos en sólo 60 minutos después de encenderlos. Sin embargo, el proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética (PLCCTE), la ley desastre de Ribera que ha recibido 758 enmiendas, ni siquiera menciona los ciclos combinados. Algo que llama mucho la atención, dada su importancia como tecnología de respaldo, un aspecto que también destaca la Asociación Española del Gas (Sedigas) como apoyo a las renovables en las transición energética, y por todo ello, las tres compañías citadas defienden su papel dentro del mix energético.

Pero no sólo eso, los ciclos combinados están funcionando al 15-16% de su capacidad y el 70% están en pérdidas operativos. En esto no resulta de ninguna ayuda el hecho de que en julio de 2018 se pararon los pagos por disponibilidad (también denominados por capacidad), fue la perla que dejó el popular Álvaro Nadal cuando dejó de ser ministro de Energía, pero en todo este tiempo, su sucesora, la socialista Teresa Ribera, no ha hecho nada para arreglarlo. De hecho, cuando se acabó la legislatura del primer Gobierno Sánchez (en el que sólo estaba el PSOE), se debía 250 millones en pagos por disponibilidad (70 millones del segundo semestre de 2018 y 180 millones del conjunto del año 2019) a las gaseras… y aún siguen pendientes… porque se iba a aprobar un nuevo mecanismo acorde con la Directiva y Reglamento del Mercado Interior de Electricidad europea, pero ha pasado más de año y medio y no ha habido ninguna novedad al respecto. Es decir, la deuda sigue pendiente y habría que sumar los pagos correspondientes a 2020… pero estas cifras no bastan para garantizar la viabilidad de los ciclos combinados y dada su importancia como tecnología de respaldo, Iberdrola, Naturgy y Endesa piden que se les pague ya y que la cifra sea más elevada.