La concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI del Ayuntamiento de Palma, Sonia Vivas (UP)
No sabemós dónde se habrá documentado la podemita Sonia Vivas, concejala de familia, feminismo y LGTBI en el Ayuntamiento de Palma, para hacer el siguiente descubrimiento científico: "los hombres con el pene pequeño son más beligerantes y violentos".
Los hombres con penes pequeños suelen ser mas beligerantes. Se debe a que el mandato patriarcal valora mucho el tamaño de los genitales masculinos y asocia esa medida a la idea de potencia y fortaleza. El que no cumple, suple con violencia su carencia.
— Vivas (@SoniaVivasRive3) November 9, 2020
Sonia Vivas, antigua miembro del cuerpo de policía de Palma, que abandonó en enero de 2019 tras denunciar por abusos a varios de sus compañeros, declarada activista LGTBI y feminista, alentó el pasado verano las pintadas realizadas a la estatua del misionero mallorquín Junípero Serra.
La concejala podemita es conocida además por sus críticas continuas al género masculino: "Hay que hacer frente al pelotón de odiadores que tenemos delante". "Que los hombres entiendan que están en un privilegio y hay que deconstruirlo". "Es importante que los niños crezcan en los valores del feminismo".
La concejalía de Vivas, que lucha también conta el racismo, llegó a financiar una campaña contra el racismo en la que uno de sus carteles, podía llegar a entenderse más como una incitación a hacer pagos irregulares que como un alegato contra la xenofobia. El cartel que originó la polémica, constaba de dos frases, una que estaba marcada como incorrecta, «Hauré de pagar-te amb diners negres!» («¡Tendré que pagarte con dinero negro!»), y otra que estaba marcada como válida, «Hauré de pagar-te amb diners B!» («¡Tendré que pagarte en B!»).
Y ha sido protagonista también por sus críticas directas a jueces y polícías, así como por supuesto a la figura del rey emérito, y en julio llegó a censurar que Pilar Rubio se hubiera maquillado después de dar a luz a su último hijo: "El patriarcado no quiere vernos doloridas, ni cansadas, ni llorosas o extenuadas. El mandato patriarcal es que siempre estemos dispuestas, felices, sonrientes y por encima de todo: arregladas y guapas". Y Sonia por ahí no pasa.