• La cristiana Asia Bibi iba a ser juzgada por el Tribunal Supremo acusada de supuesta blasfemia.
  • El testimonio de su hija Isha es clave para salvar a su madre de la pena de muerte.
  • Si el Supremo no invalida finalmente la pena de muerte, a Bibi sólo le quedará esperar un indulto presidencial.
Hoy jueves se iba a celebrar en Pakistán el juicio a Asia Bibi (en la imagen), la cristiana acusada de supuesta blasfemia en virtud de la ley de blasfemia, que es usada por los extremistas musulmanes para acusar falsamente a los cristianos. Iba a ser  juzgada en última instancia por el Tribunal Supremo pakistaní. Pero ha quedado aplazado sine die por la inhibición de uno de los jueces, que intervino en el proceso contra el asesino del gobernador del Punjab, que abogó por Bibi, según informa Actuall.com. El juez que se ha inhibido ha alegado que había participado en la causa contra Mumtaz Qadri, el asesino de Salman Tasser, el gobernador del Punjab asesinado el 4 de enero de 2011 por mostrar su apoyo a Asia Bibi, por lo que su imparcialidad podría ser cuestionada. En Pakistán, donde el Islam es religión de Estado, la blasfemia es un tema muy delicado. La ley prevé hasta la pena de muerte para las personas declaradas culpables de ofensa al Islam. El Tribunal Supremo ha desestimado varios recursos y decidió la semana pasada revisar su sentencia de muerte por un presunto delito de blasfemia. Si el Supremo no invalida la pena de muerte, a Bibi sólo le quedará esperar un indulto presidencial. Asia Bibi fue juzgada en 2010 en virtud de una polémica ley tras una discusión con una musulmana por un vaso de agua. Lleva años en el corredor de la muerte de una cárcel paquistaní. Su hija Isha, que fue testigo de lo que sucedió, cuando se produzca el juicio, les dirá a los jueces que «su madre fue implicada falsamente», informa La Razón. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com