La Comunidad de Madrid quería -y quiere- pasar a la fase 1. El Gobierno se lo prohíbe porque sabe que así dañará la imagen de Isabel Díaz Ayuso y podrá arrebatarle al Partido Popular la Comunidad de Madrid, su punto fuerte. 

Por esto, PSOE y Podemos se han lanzado a degüello contra Ayuso, a la que han acusado de todo, incluido la corná mortal a Manolete.

Uno de los argumentos más utilizados por los progresistas ha sido que el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, sin estudio alguno que lleve a esa conclusión, ha decidido que Madrid no está preparada… sobre todo porque los centros de salud no están preparados.

¡A bodas me convidan!, ha pensado la oposición que, de inmediato, lo ha repetido también en el Congreso de los Diputados, donde se suponía que se hablaría de España entera, no sólo de Madrid.

La verdad del asunto: el equipo del Colegio de Médicos de Madrid, que preside Miguel Ángel Sánchez Chillón, se autotitula ‘progresista’, es decir, que es del PSOE y/o de Podemos,

Pero es que además, una de las condiciones clave para la ‘desescalada’ consiste en el nuevo protagonismo de los centros de salud, colectivo con menos protagonismo que los sanitarios de hospital, que suelen cobrar menos y que siempre están haciendo valer su discriminación.

Y parte de ese colectivo fue al que utilizó Ayuso, en plena pandemia del coronavirus, para llevarles a IFEMA, convertido en el mayor hospital de España contra el coronavirus y donde falta hacían todas las manos posible. Y no se lo han perdonado.

Vamos, que podían hacer daño… y lo hicieron.