La debacle hotelera provocada por el confinamiento.
Meliá Hoteles mejoró su beneficio un 13% en 2018, hasta 140 millones, según los resultados anuales, marcados por la debilidad en los ingresos, que retroceden un 1,5% y quedan en 1.831 millones de euros. No se traslada al Ebitda, que avanza un 7%, a 326,5 millones, con el apoyo del recorte de gastos, aunque sin plusvalías, queda en 307,8 millones, un 0,9% más. La bolsa ha penalizado los débiles resultados con una caída próxima al 3%.
El revés en los ingresos de debe, en parte, el impacto de las divisas, pero también por menor actividad en los países del Caribe y el clima de inseguridad en México. En paralelo, también le ha afectado la menor afluencia de turistas en el mercado nacional, en Baleares o Canarias.
En Hispanoamérica, en concreto, facturó un 12,5% menos, a diferencia de otras zonas donde aumentó, como Asia y Europa, pero en el Mediterráneo, nota la creciente competencia de países como Turquía o Egipto.
El Ebitda aumenta un 7% por el recorte de gastos, del 4,7 y las plusvalías; sin éstas, un 0,7%
Para 2019, quiere crecer sobre todo en Caribe y Asia y tiene previsto abrir 50 hoteles entre el este año y el siguiente.
Compensa, no obstante, el revés en los ingresos con una reducción del 4,7% en los gastos, en 1.312 millones, por los menores costes del personal o el ahorro tras la desafiliación de Gran Meliá Nacional de Río.
La deuda del grupo aumenta un 7%, tras cerrar el año en 326 millones y la deuda financiera crece en 13,8, hasta 607,5 tras la integración del lujoso ME London. No obstante, la mantiene por debajo de dos veces el Ebitda y ha reducido el coste financiero al 3,2%
El ingreso medio por habitación disponible (RevPar), una referencia en el negocio hotelero por la tasa de ocupación y precios avanza un 1,7%.