La junta de accionistas del Santander, celebrada este viernes de manera exclusivamente telemática desde la sede madrileña de Boadilla del Monte, ha tenido una duración aproximada de dos horas y cuarenta minutos, la mitad de lo que solían durar las juntas presenciales celebradas en Santander.

Los discursos de la presidenta y del CEO, así como la lectura de los acuerdos no han variado. Lo que sí se ha echado en falta son las intervenciones de los accionistas, minoritarios en su mayoría, que aprovechaban las juntas para hacerse escuchar por los miembros del Consejo de Administración, con Botín a la cabeza.

Los reproches y las críticas en vivo y en directo se han terminado. En la junta de este viernes, ni siquiera se han leído las intervenciones de los accionistas. Botín las ha despachado por temas: el dividendo, la venta de armas (un clásico), el Popular (otro clásico), la cotización, la pandemia, las condiciones laborales… No es lo mismo y sale ganando Botín.

Sobre el Popular, la presidenta reiteró que fue la JUR la que tomó la decisión y que, en cualquier caso, la resolución fue positiva para los clientes porque les permitió comenzar a trabajar con un grupo internacional. ¿Y si no querían? Porque si hubieran querido se habrían cambiado al Santander voluntariamente antes de la resolución.

Incluso los accionistas, que lo perdieron todo, deberían estar agradecidos porque el Santander puso en marcha un programa de fidelización que, según Botín, les permitía recuperar su inversión.

A todo esto, ¿cómo puede influir la sentencia por la salida a Bolsa de Bankia, en el caso Popular? Después de aclarar que las circunstancias de ambos casos “son distintas”, Botín añadió que la sentencia de la absolución por parte de la Audiencia Nacional de los 34 acusados “es una llamada de atención para evitar incurrir en sesgos retrospectivos al decidir sobre situaciones complejas”.

En definitiva, las juntas telemáticas les quitan a los minoritarios la poca visibilidad que tenían. Lo mejor sería un formato mixto para que pudiera asistir presencialmente el que quisiera.