Jeff Bezos es otro personaje para olvidar. El dueño de Amazon, un repugnante monopolio fagocitador de empresas proveedoras, compró The Washington Post como un divertimento y ahora podría hacerse con la CNN, propiedad de la teleco AT&T, sumida en sus deudas.

Bezos es el hombre más rico del mundo, en competencia con Bill Gates. Pertenece a ese grupo de multimillonarios multifilántropos -¡Dios nos libre de los filántropos!- que constituyen la punta de lanza del Nuevo Orden Mundial (NOM). Todos ellos progresistas, elitistas y altruistas. Viven para los demás y siempre se puede conocer a ‘los demás’ por su expresión de acosados.

Amazon se ha convertido en un peligroso monopolio del mercado electrónico, fagocitador de marcas y líder del empleo precario

Combina Bezos una peligrosa tendencia al monopolio con una no menos peligrosa tendencia a lo gigantesco. Y ya se sabe que toda empresa, que crece con desmesura y a gran velocidad, suele hacerlo a costa de proporcionar codazos a la competencia.

Naturalmente, es un progresista. Es más, sólo su superficialidad intelectual le impide convertirse en el adalid de la progresía global, aunque como buen filántropo no deja de apoyar todas las causas ‘nobles’: ideología de género, homosexualismo, feminismo radical, etc.

Ahora pretende convertirse en el editor más importante del planeta, con la compra de la CNN

Ahora pretende convertirse en el editor más importante del planeta, con la compra de la CNN. Esperemos que no lo consiga.

¡Dios nos libre de los filántropos!