El laboratorio británico GSK comercializa medicamentos como Augmentine, Bactroban o Clamoxyl
La farmaceútica GlaxoSmithKline ganó 7.251 millones de euros en 2020, un 23,8% más respecto al año anterior, según ha informado la farmacéutica británica.
Los ingresos ascendieron a 38.721 millones de euros, un 1% más que en el año anterior.
En ese sentido, el coste de los productos vendidos llegó a los 13.290 millones de euros, un 1% menos. Así, el margen bruto creció un 2%, hasta los 25.431 millones de euros).
Por su lado, los gastos de venta, generales y administrativos se mantuvieron prácticamente estables en 13.009 millones de euros, al tiempo que la partida de investigación y desarrollo (I+D) aumentó un 12%, hasta 5.789 millones de euros.
"2020 fue un año extraordinario para todos nosotros, y uno de progreso significativo para GSK. Invertimos en nuestra oferta y en nuevos lanzamientos, preparamos la empresa para su escisión y tuvimos que movilizarnos rápidamente y responder a la pandemia", dijo la consejera delegada de la empresa, Emma Walmsley.
Por cierto que la división de vacunas facturó 7.928 millones de euros, un 2% menos.
Ayer se supo que, junto a la alemana CureVac, ambas tratarán de desarrollar una nueva generación de vacunas para afrontar las mutaciones del coronavirus, en un acuerdo valorado en 150 millones de euros.
Además, GlaxoSmithKline también apoyará en 2021 la producción de hasta 100 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus de CureVac de primera generación, que se denomina CVnCoV y se basa en el ARN mensajero o ARNm. Se encuentra actualmente en la fase 2 y 3 del ensayo clínico.