- Al profit warning sigue un desplome de 11%, el mayor desde que salió a bolsa en abril.
- Los analistas discrepan en las recomendaciones, cuando sólo han pasado cinco meses o precisamente por eso.
- Los hermanos Riberas han buscado la fama, después de desistir de Abengoa, y ahora sufren el primer susto.
- Todo porque Gestamp revisa a la baja el Ebitda por un aumento de gastos en Norteamérica, aunque no afecta, dice, a los ingresos.
La bolsa penaliza a
Gestamp, con una caída del 11%, tras el
profit warning de ayer lunes en el que reducía sus previsiones de
Ebitda para este año. En concreto, un recorte de cuatro puntos (de entre un 9% y un 11% a entre el 5% y el 8%), según el hecho relevante.
Ninguna sorpresa, por tanto, por el descenso, pero sí por el porcentaje de caída, que es, además, el
primer susto serio en la cotización desde abril, cuando comenzó a cotizar a 5,6 euros (se estrenó con un caída del 4,46%). Ahora se aleja del nivel de los 6 euros, en el que se instaló entre los meses de junio y agosto.
Fue el primer movimiento de los hermanos Riberas en busca de fama y visibilidad, unos meses después de que se
echaran para atrás en Abengoa, más centrados en
diversificar. En bolsa, toca hoy ajustar el valor a las propias previsiones de Gestamp, en las que mantiene, no obstante, sus cálculos de
ingresos, entre el 7% y el 9%, que sí afectan al
apalacamiento. La
deuda neta (2.080 millones de euros) se situaba por debajo de dos veces el Ebitda y
ahora por encima de esa cota. No es, por tanto, un cambio significativo.
Gestamp se revisa a sí misma por el aumento de gastos de lanzamiento de algunos proyectos que desarrolla para los
fabricantes de automóviles en Norteamérica, aunque "no alteran los objetivos de ingresos y rentabilidad" a medio y largo plazo,
ni sus planes en el vehículo eléctrico, la tecnología para aligerar los automóviles o su seguridad. Sí tiene en cuenta "un impacto potencial" por los
tipos de cambio y la
fortaleza del euro.
Mientras los analistas de
Bankinter, por ejemplo, no alteran su recomendación de comprar, otros sí, como los de
Deutsche Bank o
Société Générale (retiran la recomendación).
Los primeros consideran que el efecto
se puede trasladar a los resultados en 2018 y los segundos, que puede afectar a la confianza del inversor, teniendo en cuenta que han pasado sólo cinco meses desde la salida de
Gestamp a bolsa.
Rafael Esparza