Michelle Bachelet, durante su visita a la Gran Logia de Chile, en 2014. Ningún presidente chileno lo había hecho antes
Aunque nunca ha admitido en público si es masona o no, Verónica Michelle Bachelet Jeria presume de sus antepasados masones. Durante su discurso ante la Gran Logia de Chile, la expresidenta de aquel país contó que su abuelo por parte materna exigió a su padre hacerse masón como condición previa para cortejar a su hija. Y su padre accedió y se convirtió años más tarde en un destacado masón. Todo muy entrañable.
Sea o no masona, lo cierto es que Michelle fue la mandataria que llevó a cabo la mayor revolución de ingeniería social en Chile, con la aprobación del aborto y el gaymonio entre 2014 y 2018. Tan satisfactoria fue su Presidencia que mereció el premio de la Masonería femenina de Chile.
De Chile a la ONU, donde ejerce como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Antes, en 2010 y tras su primer mandato chileno, se hizo cargo de la recién creada ONU Mujeres, cuya misión es fomentar el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género en todo el planeta.
Como se puede ver por su trayectoria, Bachelet es uno de los personajes (y personajas) más destacados del Nuevo Orden Mundial (NOM). Ella misma lo citó hace unos días, durante su intervención en un evento telemático organizado por la Gran Logia de Chile, con motivo del aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Concretamente, Bachelet habló de un “nuevo orden”, con instituciones internacionales mejor representadas, esto es, más fuertes, y no sólo dominadas por las grandes superpotencias. Traducido: un poder global y una religión universal basada en la ideología de género. En esta línea, Bachelet confía en la vuelta al redil de EEUU, con Joe Biden de presidente.
Bachelet, ¿masona? Los masones realmente influyentes no dicen que lo son.