El coste salarial creció menos, el 1,0%. Los otros costes (costes no salariales) aumentaron un 2,5%. Su principal componente, las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, creció un 1,6%
El coste laboral por trabajador y mes alcanzó los 2.752,26 euros en el cuarto trimestre de 2020, lo que supone un descenso del 0,1% respecto al mismo periodo del año anterior, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE. Así suma ya tres trimestres a la baja, coincidiendo con la pandemia del coronavirus y la entrada de muchos empleados en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) -prestaciones que abonan entre el Servicio Público de Empleo Estatal y las empresas.
Del coste total por trabajador y mes en el que incurre un empleador por la utilización del factor trabajo, 2.061,32 euros corresponden a salarios y 634,57 euros, a cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social. El resto corresponde a indemnizaciones, prestaciones sociales...
El coste salarial, que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados, medidos en términos brutos, baja un 0,7% en tasa anual, pasando de 2.075,43 a 2.061,32 euros por trabajador y mes. Si se excluye el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados), se obtiene el coste salarial ordinario, que varía un -0,6%.
Los otros costes (costes no salariales) aumentan un 1,7%. Su principal componente, las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, crece un 1,4%. En la variación de las percepciones no salariales destaca el aumento de todos sus componentes, excepto de las ‘otras percepciones no salariales’ (indemnizaciones por fin de contrato, pagos compensatorios, pequeño utillaje, ropa de trabajo, selección de personal, etc.). Y todo ello, en un contexto en el que la actividad de muchas empresas ha caído considerablemente o se ha visto reducida a la mínima expresión por las restricciones de la pandemia.
El coste laboral por hora crece un 5,1% debido al descenso del 5,0% en el número de horas efectivas de trabajo. Si se elimina este efecto y el de calendario, el crecimiento estimado del coste hora es del 5,5%.