- La compañía de TV en streaming presenta buenos resultados, aunque admite que opera "en un punto de equilibrio".
- Salva las cuentas gracias al aumento de ingresos ( 31,7%), pero el número de suscriptores se ralentiza.
- La competencia (Apple, Hulu o Amazon), además, es muy fuerte, pero paga una burrada por contenidos.
- A las obligaciones financieras en enero (9.903 millones de euros) se suman otros 5.500 millones.
- Netflix va a tener que buscar financiación hasta debajo de las piedras. Sube un 20% pero cae un 15% en el año.
El viento sopla a favor de Netflix, la empresa de televisión en streaming, en sus resultados y expectativas, pero con una ecuación compleja para que no se estampe en el salto en el vacío que está dando. Una cosa, en efecto, es el beneficio, que en el tercer trimestre ha crecido un 75%, hasta 51,5 millones de dólares (47 millones de euros), y otra las obligaciones financieras a la que tiene que hacer frente para crecer como espera (más de 15.400 millones de euros). Esa es la difícil ecuación, que puede salir bien o estamparse en un inevitable pan para hoy, hambre para mañana. Netflix ha disparado el beneficio gracias a una sólida cifra de negocios ( 31,7%, hasta 2.082 millones) y al aumento de los suscriptores, un 25% en un año, hasta 86,7 millones (39,2 millones de ellos fuera de EEUU). En el tercer trimestre, 3,57 millones (370.000 en USA), por encima de su previsión (2,3 millones). Y ha influido también el éxito de series como Stranger Things y la segunda temporada de Narcos. Esas cifras explican el subidón del valor (20%) en Wall Street, pero requieren un complemento: ya ha conquistado casi todos los nuevos usuarios que espera en el año (3,75 millones) y el valor perdía un 15% desde enero. La carrera de la compañía, en cualquier caso, es a largo plazo y es ahí por donde le pueden venir los problemas. En otras palabras, se está endeudando hasta las cejas para ofrecer contenidos de calidad y detener así la fuga de suscriptores, también por la vía de bajar los precios. Dicho de otro modo: demasiada competencia y en el caso de Netflix, con riesgo para que cuadren las cuentas. La competencia en EEUU, donde está el grueso de su negocio, le llega por Apple, Hulu -controlada por las cadenas de TV- Sling TV o Amazon y otros servicios de streaming. Y eso explica que el propio consejero delegado de Netflix, Reed Hastings (en la imagen) admita que la compañía sigue operando "en un punto de equilibrio" para generar beneficios materiales a partir de 2017. Y ahí es donde pesan sus obligaciones financieras, en 10.900 millones de dólares (9.903 millones de euros) a principios de año a los que suman desde entonces otros 5.500 millones de euros por contenidos y al menos 6.000 millones de euros en pasivos fuera de balance en nuevas compras. Demasiado. Para que me entiendan: Netflix va a tener que buscar financiación hasta debajo de las piedras.
Rafael Esparza