Primera consecuencia de la quiebra de Thomas Cook: 600.000 turistas deberán ser repatriados
Thomas Cook, el touroperador más antiguo del mundo, con 178 años de historia -fue fundada en 1841 en Reino Unido-, ha quebrado, por lo que ha cesado en la madrugada de este lunes su actividad comercial.
En un comunicado hecho público por el grupo turístico se anuncia la “liquidación obligatoria de Thomas Cook” a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos días. Se ha decidido presentar una solicitud de liquidación obligatoria y se ha dado orden para designar un liquidador de la compañía. Además, Thomas Cook espera que la Autoridad Civil en el Reino Unido inicie la repatriación de todos los clientes afectados. Se calcula que hay unos 600.000 en todo el mundo, recoge Preferente.
“Es un profundo pesar para mí y para el resto de la junta que no hayamos tenido éxito. Me gustaría disculparme con nuestros millones de clientes y miles de empleados, proveedores y socios que nos han apoyado durante muchos años”, ha manifestado esta madrugada Peter Fankhauser, CEO de la compañía.
La repatriación podría necesitar un plazo de dos semanas, el tiempo máximo de las estancias que comercializa Thomas Cook
Thomas Cook ha sucumbido ante una deuda de 1.700 millones de libras (2.100 millones de dólares), la competencia en Internet, un mercado de viajes cambiante y acontecimientos geopolíticos que pueden desbaratar su temporada de verano. La ola de calor europea del año pasado también afectó mucho a la empresa, ya que los clientes pospusieron las reservas de última hora, según Reuters.
La repatriación podría necesitar un plazo de dos semanas, el tiempo máximo de las estancias que comercializa Thomas Cook.
La empresa gestionaba hoteles, complejos turísticos y líneas aéreas para 19 millones de personas al año en 16 países. Empleaba a unos 22.000 trabajadores. Actualmente -como hemos dicho- tiene 600.000 personas en el extranjero, lo que obliga a los Gobiernos (como el británico o el alemán) y a las compañías de seguros a coordinar una gran operación de rescate, añade Reuters. La repatriación podría necesitar un plazo de dos semanas, el tiempo máximo de las estancias que comercializa Thomas Cook, según Swissinfo.
A largo plazo, también podría afectar a los sectores turísticos de los principales destinos de la compañía, como España y Turquía, dejar sin efectivo a los proveedores de combustible y forzar el cierre de los centenares de agencias de viajes que tiene en las principales calles británicas.
Y es que, según Expansión, "quedan en el aire unos siete millones de viajes que el grupo organiza cada año a España desde el norte de Europa, a través de su agencia de viajes y su aerolínea. Cientos de hoteles españoles en las costas mediterráneas, Canarias y Baleares venden cada año parte de su capacidad a Thomas Cook".