El Gobierno inicia la revolución de Indra con el nombramiento como presidente de Fernando Abril-Martorell
- Tal y como adelantó Hispanidad, era el candidato del Ejecutivo, que no el único, y sustituye a Javier Monzón.
- Había otra alternativa que ha sido rechazada: Hernández Mancha al frente de un grupo de inversores privados.
- Telefónica controlará un 6% y se adelanta a Carlos Slim, asimismo interesado.
- En principio, la batalla de Indra ha concluido. Pero, ojo, la operación no ha terminado.
- El ministro Morenés insiste en segregar la división de Defensa y crear una gran consultora pública militar.
- Y el ministro Montoro insiste en que SEPI no venderá su participación del 20% hasta que no haya plusvalía.
- La bolsa celebra el cambio con un 19,1% de subida. Pero todavía no hay plusvalía para el Ejecutivo.
- Frentes abiertos para Abril-Martorell (que ya no presidirá AENA): resultados, reconversión de la división tecnológica, 750 millones de euros de deuda y reducir gastos de dirección.
- Incógnitas a corto: cuánto cobrará Abril- Martorell y si se pagará el blindaje de 16 millones de euros de Monzón.
En la mañana del jueves, decidido ya su nombramiento como presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell paseaba a su perro por la urbanización madrileña de la Moraleja. Probablemente, haciendo acopio de serenidad ante lo que le espera cuando se instale en la consultora de información y defensa. Sustituye a su vecino de finca en Toledo y, sin embargo, amigo, Javier Monzón. Mientras, la compañía ha ido de más a mejor en Bolsa de Madrid y ha cerrado con una subida del 19,1%.
La batalla por la Presidencia de Indra ha durado tres años, pero en la recta final de la legislatura el Gobierno Rajoy ha tomado la decisión de sustituir a Javier Monzón como presidente de la tecnológica Indra y sustituirle por Fernando Abril-Martorell, un comodín que tenía reservado tanto para Indra como para AENA. En definitiva, ha rechazado tanto la continuidad de Monzón (22 años al frente de Indra) como la alternativa de un grupo de inversores privados, capitaneados por el ex secretario general del PP y amigo personal de Monzón, Antonio Hernández-Mancha, quienes proponían como sustitutos de Monzón al propio Mancha, primero, y a Juan María Nin. Ya en noviembre de 2014, adelantamos en Hispanidad el nombre de Fernando Abril-Martorell. Y es que el que fuera consejero delegado de PRISA y de Telefónica, ha sido un comodín del Gobierno Rajoy tanto para sustituir a José Manuel Vargas en la Presidencia de AENA como a Monzón en la Presidencia de Indra.
Por cierto, el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, llamó, dos veces en un año, a Javier Monzón para que dimitiera y esté no aceptó. ¿Quién ha hecho de killer esta vez, que ha sido la definitiva? Una pista: aunque la decisión final del caso Indra ha sido de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría mantenía la relación con Monzón, amén de una amistad con Abril-Martorell.
Esta historia no ha hecho más que empezar. En primer lugar, Telefónica controlará un 6% de Indra. Quizá más. Se lo habían pedido los dos postores: el Ejecutivo y Hernández Mancha. Pero el acicate final para la operadora ha sido el interés de Carlos Slim en Indra. Bueno, eso… y que el Ejecutivo, sobre todo el titular de Defensa, Pedro Morenés, se ha puesto muy, muy pesado.
Por eso, el siguiente paso será la segregación de la división de Defensa de Indra (7-8% de su actividad), con lo que Morenés pretende crear una gran consultoría de Defensa, uniendo otras unidades estatales del sector.
Por otra parte, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, insiste en que no se venderá el paquete del Estado (20%) salvo que consiga plusvalía. Todavía no la hay pero con el subidón bursátil provocado por el recambio presidencial ha logrado situar la acción en las proximidades del 9% (10,2 euros, coste medio del precio de compra de la SEPI). La espoleta han sido los flojos resultados de Indra en 2014.
Cuestiones pendientes para el nuevo presidente: reconversión, especialmente en las divisiones de tecnología, reconversión de la deuda, unos 750 millones de euros, y reducir costes, también en el equipo directivo, costes bastante elevados.
Además, quedan aún otras tareas pendientes. Por ejemplo, ¿cuánto va a ganar Abril-Martorell? En 2013 cobró 11 millones de euros en Prisa (en 2014 todavía no lo sabemos). Porque, ¿es Indra una empresa privada o una empresa pública? De cualquier modo, Rajoy no puede aceptar que se publique un salario de escándalo en una empresa paraestatal y en periodo electoral. Y luego están los 16 millones de euros de blindaje de Javier Monzón. ¿Se pagarán?
Así que la nueva Indra estará regida por la SEPI y por Telefónica. De alguna manera, Abril-Martorell continuará a las órdenes de Alierta quien prescindió de él como consejero-delegado. La operadora de César Alierta, por cierto, ha invertido 75 millones y, si vendiera ahora, que no lo va hacer, habría ganado más de 10 millones de euros en un solo día. No está mal.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com