- La bolsa del país más poblado de la tierra vuelve a caer este lunes un 5,3%.
- Pero no se engañen: el hecho de que de la bolsa española haya cerrado casi plana no significa que hayamos superado los riesgos asiáticos.
- El problema es mucho más profundo: China debe cambiar su modelo de crecimiento.
- Es decir, sustituir la explotación laboral por un crecimiento basado en el consumo y los servicios.
- Y ojo, porque la incertidumbre política que vive nuestro país puede acelerar la recaída.
No hay tregua bursátil en China. La bolsa de Shanghai ha caído este lunes un 5,3%. La de Shenzhen, un 6,6%. El selectivo que agrupa a los mayores valores cotizados en ambas plazas -el CSI300- ha perdido un 5%. Unas caídas que se suman a las protagonizadas días atrás y que han disparado todas las alarmas en todo el mundo.
Ahora bien,
el problema chino no está en las caídas bursátiles. Eso es sólo un efecto. El problema del país más poblado de la tierra es mucho más profundo. Por eso, el hecho de que el Ibex haya cerrado este lunes con una caída de sólo el 0,1% no significa, ni mucho menos, que hayamos superado los riesgos chinos.
El asunto, como decimos, es mucho más profundo: China tiene que cambiar su modelo de crecimiento. Es decir, debe sustituir la explotación laboral -salarios de miseria y condiciones infrahumanas- por un crecimiento basado en el consumo interno y en los servicios. En otras palabras:
necesita que exista la clase media.
Como se pueden imaginar, esto no se consigue en dos días. Y menos aún si el Gobierno comunista de Pekín no está dispuesto a que sea así. En este contexto, no cabe duda de que la economía mundial en general y la española en particular, está abocada a otra recesión.
Y ojo, porque
a la situación China se une la incertidumbre política que estamos viviendo en España. Efectivamente, nuestro país es un ejemplo de crecimiento para el resto de Europa, pero eso puede tener sus horas contadas. No lo decimos solo nosotros. El servicio de estudios del BBVA (BBVA Research) ha señalado este lunes en un documento recogido por Europa Press, que la incertidumbre política que se vive en España podría empezar a tener un mayor impacto en las decisiones de empresas y familias.
Otro servicio de estudios, esta vez de
La Caixa, estima que el PIB español pasará del 3,4% que habría crecido en términos anuales en el cuarto trimestre de 2015, al 2,6% en el tercer trimestre de 2016. De momento, el nombramiento de
Carles Puigdemont como nuevo president de la Generalitat ha provocado que el bono a 10 años haya subido nueve puntos básicos, hasta el 1,80% y la primera de riesgo haya avanzado hasta los 125 puntos.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com