Alrededor de 85.000 niños menores de cinco años han podido morir a causa de la desnutrición en Yemen
A finales de marzo de 2015, Arabia Saudí intervino militarmente en Yemen para restaurar el Gobierno del presidente Abdrabbo Mansur Hadi, desalojado del poder por los rebeldes hutíes.
Desde entonces, como explicamos, el de Yemen es uno de los conflictos olvidados por la opinión pública con un trasfondo religioso. Se enfrentan una coalición militar saudí (sunita) contra los rebeldes hutíes (chiítas), que controlan la capital, Saná, y varias regiones. O lo que es lo mismo: la disputa entre Arabia Saudí e Irán por imponer su influencia en Oriente Próximo. Para las organizaciones de ayuda, Yemen vive la peor catástrofe humanitaria del mundo.
La guerra dura ya tres años, con bombardeos de posiciones hutíes, en los que han muertos más de 10.000 personas, miles de ellos civiles
Ahora, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció una serie de acuerdos en Yemen sobre treguas en varias regiones devastadas de este país al borde de la hambruna, tras unas conversaciones de paz en Suecia, recoge El Periódico.
Guterres anunció en especial un "alto el fuego" en la estratégica ciudad portuaria de Hodeida, en el mar Rojo, donde transita gran parte de la ayuda humanitaria para Yemen. Hasta ahora habían fracasado todos los intentos de poner fin a la guerra en Yemen que ha dejado unos 10.000 muertos en cuatro años. El gobierno yemení del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, es apoyado por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
El acuerdo anunciado prevé una retirada de las fuerzas gubernamentales y de los rebeldes de la ciudad y el puerto de Hodeida, controlado por los insurgentes hutíes, pero que es objeto de una ofensiva de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita.
La ONU desempeñará un "papel clave" en el control de Hodeida, explicó Guterres
La ONU desempeñará un "papel clave" en el control de Hodeida, explicó Guterres, que anunció una nueva ronda de conversaciones a fines de enero durante una ceremonia solemne en presencia de delegaciones del gobierno yemení y de los insurgentes hutíes.
Las dos partes convinieron también en facilitar la ayuda humanitaria a la ciudad de Taez, devastada por los combates. En cambio no hubo acuerdo sobre la reapertura del aeropuerto de la capital Saná, controlado por los rebeldes y cerrado desde hace tres años.
La situación humanitaria en Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, ha empeorado día a día y hasta 20 millones de personas están actualmente amenazadas por la hambruna. El resultado de estas negociaciones podría ser presentado este mismo viernes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, según la ministra sueca de Exteriores, Margot Wallström.
Arabia Saudí anunció que "apoya decididamente" el acuerdo entre las partes en conflicto, mientras que Irán saludó los avances prometedores". El embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Jaled bin Salmán, dijo que "el acuerdo anunciado ayudará a devolver la seguridad a la región, incluido el Mar Rojo, una ruta marítima vital para el comercio internacional".