AstraZeneca sacó -en colaboración con la Universidad de Oxford- la primera vacuna contra el Covid-19, basada en el vector viral (en la inyección del propio virus)
La vacuna de Oxford, producida por AstraZeneca, ha resultado polémica desde el minuto uno, pero el Gobierno Sánchez se empecina en defender a la multinacional británica. Curioso.
El caso es que seis países europeos no se fían de la vacuna AstraZeneca pero Bruselas vuelve a aprobarla… y Madrid a ensalzarla. La sospecha es que produce trombos, con casos de muerte pero, en cuestión de horas, Bruselas vuele a apresurarse.
La pregunta en ambientes médicos es: ¿por qué Moncloa defiende con tanto ahínco a AstraZeneca?
Algunos maliciosos se columbran que AstraZeneca es tan querida porque es una de la vacunas que emplearon líneas celulares producto de bebes abortados, algo que el Vaticano sólo aceptó como mal menor y porque se le presentaron como producto de abortos perpetrados muchos años atrás.
Y ahora ya tenemos aprobada la vacuna de Janssen de la que nada sabemos, sólo lo que dice la Agencia Europea del Medicamento que se mueve por evidencias científicas.
En cualquier caso, seis países europeos empiezan a poner a AstraZéneca bajo sospecha sobre todo por sus efectos secundarios: al parecer tiende a producir trombos.
Los odontólogos ya advirtieron que no se vacunarían con ella
La ministra Carolina Darias se resiste, aunque los tribunales así lo imponen, a que los españoles elijan si quieren vacunarse o no. O, al menos, si pueden elegir con qué vacuna quieren hacerlo.
La pregunta en ambientes médicos es: ¿por qué Moncloa defiende con tanto ahínco a AstraZeneca? Recuerden que los odontólogos ya advirtieron que no se vacunarían con ella y consiguieron vacunarse con Pfizer.
A lo mejor eran negacionistas pero el caso es que no se fiaban de AstraZenecea. Los demás no podemos elegir.