Consejo de Ministros. Una socialista (María Jesús Montero) y dos podemitas, Yolanda Díaz e Irene Montero. El espectáculo está servido.

Pero lo de la titular de Igualdad fue más allá del espectáculo. Toda una ministra, desde el púlpito del Consejo de Ministros, arremete contra los periodistas Eduardo Inda (OK Diario) y Esteban Urreiztieta (EL Mundo) y los califica de vegüenza para el periodismo. Entiende mucho de periodismo doña Irene.

Entre otras cosas porque Urreiztieta, probablemente el mejor periodista de investigación español del momento, había publicado, horas antes, un documentado artículo sobre cómo Bankinter suprimió las cuentas de Neurona, ese consultor político pagado por Podemos y que tanto interesa a los tribunales. Bankinter sospechaba que las cuentas de Neurona podían ser una tapadera de blanqueo de dinero y recuerden que los bancos tienen la obligación de denunciar. En definitiva, cuando un cliente desconocido acude con mucho dinero en metálico y con la pretensión de convertirlo en activo financiero.

Irene Montero aplicó la técnica de su pareja, el señor vicepresidente: la mejor defensa es un buen insulto. Pero utilizar la mesa del Consejo de Ministros para insultar a dos periodistas, con nombres y apellidos, es algo nuevo en la historia de la democracia, es convertir la mesa del Gobierno en un plató de La Sexta.

María Jesús Montero no dijo nada, aunque entre el clan de periodistas de Presidencia es un rumor a voces que la portavoz está hasta el gorro de las intemperancias de los ministros podemitas.

Yolanda Díaz apareció vendiendo el "histórico” -todo lo que hace doña Yolanda es histórico- decreto, bueno, un par de ellos, contra la brecha salarial, entre hombres y mujeres, que según ella anda por el 22%.

Miren ustedes, que los varones cobren un 22% más que la mujer por el mismo trabajo y en las mismas condiciones no se lo cree ni la ministra Yolanda Díaz. Entre otras cosas porque si a igual trabajo e igual condición un varón, por el hecho de serlo, cobra un 22% más que una mujer, inspección de trabajo no tarda ni un día en caer sobre el empresario.

Repetimos: la que está marginada en el mundo laboral no es la mujer, sino la madre. Con la maternidad, la mujer pierde el pulso con el varón en los años clave para asentarse en la profesión y medrar en el escalafón. Y más: suele ser la mujer la que pide media jornada, la que menos horas extras hace, etc.   

María Jesús Montero: para luchar contra el fraude, no se podrá pagar más de 1.000 euros en físico. Cuidado

Pero poner como ejemplo a las mujeres orensanas del textil que no cobran complemento por manejar pintura tóxica mientras sus compañeros varones sí lo hacen -es decir, un complemento que figura en convenio- eso no se lo cree ni doña Yolanda Díaz.

La ministra María Jesús Montero presentó su plan de lucha contra el fraude. Rebaja de 2.500 euros a 1.000 las operaciones a realizar entre empresas. Bueno, no digo que esté mal, pero miren ustedes, eso no da para mucho. 

Además, cuidado con esa tendencia a favorecer el uso del dinero electrónico y a suprimir el dinero físico. Las transacciones digitales son la mejor manera de entrar en la privacidad del ciudadano, de tenerle controlado. Sinceramente, que el papel moneda no desaparezca jamás.