Sánchez pone la cara, Iglesias la cizaña y Calvo desaparece
Todo el rifirrafe -divertidísimo, por otra parte- vivido el miércoles en el Congreso de los Diputados supone una buena muestra y un espejo de lo que hoy sucede en España. El comunista Pablo Iglesias puso en escena otro de sus dramas y acusó con una pregunta (o sea, tiró la piedra y escondió la mano) al secretario general del PP, Teodoro García Egea, de estar animando a la Guardia Civil a una rebelión.
No había hecho tal cosa, por supuesto, pero es lo de menos. Lo de más es que Iglesias terminó su puesta en escena en pose estadista, aconsejando a la derecha -cosas veredes, amigo Sáncho- que fuera más prudente porque estaba poniendo en peligro a la democracia.
Pedro Sánchez se ha convertido en un personaje acuoso que cada mañana se mira al espejo y se pregunta. ¿Hay alguien más bello que yo?
Antes, el propio presidente del Gobierno, había calificado, ‘again’, de ultra al PP por seguir los pasos de Vox. También es mentira pero esto es lo de menos: lo de más es que, antes que el socialista Sánchez, fue el socialista Largo caballero quien introdujo, hace más de ochenta años, en septiembre de 1936, a los comunistas en el Consejo de Ministros. Y Sánchez ha ido más allá: a Iglesias le ha otorgado la Vicepresidencia primera (sí, primera, porque Carmen Calvo se ha convertido en una figura decorativo-feminista) y, sin necesidad de guerra civil, en periodo de paz. Largo Caballero no se atrevió a tanto.
Y entonces resulta que Vox es ultraderecha y Podemos es centro izquierda.
La derecha española no sabe oponerse al frentepopulismo… porque ha abandonado a Cristo y, con él, ha abandonado la libertad
Lo que late al fondo de todo lo que ocurre en España con este gobierno frentepopulista, es lo que la II Carta a los Corintios de San Pablo: (3, 17): “Donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad”. Y donde no está el Espíritu del Señor, pues surge la tiranía y se esfuma la democracia.
La política española, izquierda y derecha, se ha descristianizado, ojo la izquierda y la derecha, y lo que falta es libertad. Es más, cuando los comunistas se convierten en paladines de la libertad y de la democracia. O sea, de lo que siempre han combatido.
Mientras, Europa prepara una ayuda a cambio de rigor fiscal… que en España terminará en subida de impuestos y en destrucción de la propiedad privada
Pero insisto: la descristianización, y con ella la pérdida de libertad, afecta a la izquierda y ahora también a la derecha. Y así, la derecha española de ahora mismo no sabe oponerse al frentepopulismo… porque ha abandonado a Cristo y, con él, ha abandonado la libertad… y con ello ha permitido que el defensor de la democracia y del régimen de libertades, sea el bolivariano Pablo Iglesias, protegido por un personaje acuoso que cada mañana se mira al espejo y se pregunta. ¿Hay alguien más bello que yo?
¿Y esto de la descristianización tiene algo que con la recesión económica en la que hemos entrado? Por supuesto. Porque abandonar a Cristo es abandonar la libertad y abandonar la libertad cristiana es abandonar la propiedad privada, que es la base de las libertades públicas.
La alternativa es… reindustrializar España… aunque sea con empresas públicas: más empleos y menos subvenciones. O sea, más libertad
Mientras, Europa prepara una ayuda económica pero, ojo, a cambio de rigor fiscal… que en España terminará en subida de impuestos y en destrucción de la propiedad privada. Porque se puede suprimir el déficit reduciendo el sector público -que sería lo lógico- o aumentándolo, subiendo los impuestos. Esta segunda opción es la de Sánchez-Iglesias. Su resultado: la ruina de los españoles.
La alternativa es… reindustrializar España… aunque sea con empresas públicas. Es decir, más empleos y menos subvenciones. O sea, más libertad. Nada de ingreso mínimo vital: el que no trabaje, que no coma. No le des una renta básica, una sopa boba, no a cambio nada. Dale un empleo aunque sea forzado (la empresa pública fuerza la creación de empleos) pero empleo, a fin de cuentas. Ya las privatizaremos.
La gente digna no quiere limosnas, quiere trabajo, para ser libre.
Y si, toda España se va a endeudar hasta las cejas, endéudate para crear puestos de trabajo, no para crear miseria.
España se encuentra ante una encrucijada: o volver a Cristo o perder la libertad y afrontar la ruina económica. No son mundos separados: la libertad y la justicia social dependen directamente de lealtad a uno mismo. En el caso de España, a sus orígenes cristianos.
Ciertamente, España está en peligro: cuando un comunista pide “prudencia” a la derecha para salvar “la democracia” es que algo falla, Y a lo mejor es grave.