Ya lo dijimos en Hispanidad: mejor que la renta social, el salario maternal, porque la madre sí ofrece algo a la sociedad que bien merecería un salario público: ofrece futuros contribuyentes.

Pero eso no es lo que desea el dúo Pedro Sánchez-Pablo Iglesias. La izquierda lo que siempre busca es el reparto de la miseria. Entre otras cosas porque una España arruinada, formada por vagos alimentados por subvención pública supone el pueblo más sumiso al poder, donde el comunismo puede imponer su totalitarismo sin oposición alguna. Y si hay oposición, está claro que son fascistas.

Iglesias quiere una renta mínima definitiva que se sume a la regional… a cambio de nada

Hablamos de renta mínima vital, o de ingreso mínimo vital. Es decir, eso que Podemos ha impuesto al PSOE y que choca con el principio paulino: el que no trabaje que no coma. Pero es que claro, la izquierda busca eso: una España de vagos sumisos, dispuesta a ceder su libertad a cambio de una subvención pública que les permite subsistir sin dar golpe.

El comunismo provoca ruina. Sánchez e Iglesias pretenden que esa ruina se pague con deuda y, al final, arruinar a España

Además, se trata de otra estafa del tándem Sánchez-Iglesias. Porque ese ingreso mínimo vital ya existe. Lo abonan todas las comunidades autónomas y oscila entre los 450 y los 500 euros mensuales. ¿Qué es lo que se pretende ahora: cambiarle el nombre para sustituir la subvención regional por una nacional o, atención, sumar una renta única nacional, de nuevo cuño, a la que ya pagan las CCAA? Y otra pregunta sin respuesta por parte de Moncloa: ¿se trata de una medida temporal, mientras dure el coronavirus -eso sería lógico- o definitiva… y superpuesta a la regional?

Pagar las pensiones o la renta mínima con deuda  pública es como si un padre pidiera un préstamo para dar de comer a sus hijos: esa casa sería una ruina

Porque claro, si sumamos ambas rentas la cosa empieza a salir por 1.000 euros, se dice para un millón de hogares. Eso significaría 1.000 millones de euros al mes por 14 pagas, unos 14.000 millones de euros. Y si sumamos las autonómicas o municipales…

Por cierto, hablamos de un millón de hogares que podrían subsistir sin trabajar y para los que la búsqueda de empleo empezaría a resultar secundaria. Una España de vagos sumisos basada en el reparto de la miseria. Es decir, una España comunista.

Justo cuando el FMI advierte que la deuda pública española alcanzará el 120% del PIB

Por cierto, la percepción se otorgaría a cambio de nada. Hombre, al menos en el PER, el perceptor tiene que asegurar una serie de peonadas, hace algo en servicio de la comunidad que le sostiene. Con el ingreso mínimo vital ni eso: te doy dinero que pagan los españoles que trabajan a cambio de nada. Ni de plantar árboles, ni de atender ancianos… de nada.

Y por cierto, ¿con qué lo financiamos? Pues otra vez volvemos al comunismo de los mercados financieros. El comunismo provoca ruina. Sánchez e Iglesias pretenden que esa ruina se pague con deuda pública. Con un poco de suerte, no sólo arruinarán España sino que arruinarán a toda Europa. ¿O ya está arruinada?

Para entendernos: financiar pensiones o rentas mínimas permanentes, con deuda pública es como si un padre de familia pidiera un préstamo al banco para dar de comer a sus hijos: todos coincidiríamos en que esa casa sería una ruina.

La alternativa: reducir a cero los impuestos laborales y al mínimo el IRPF… en busca del pleno empleo. Para eso sí que merece la pena endeudarse

Y esto justo cuando el FMI advierte que la deuda española alcanzará el 120% del PIB.

La renta mínima vital es injusta por naturaleza, además de una barbaridad importante. La alternativa es reducir a cero los impuestos laborales -las cuotas- y al mínimo la renta del trabajo, como condición para buscar el  pleno empleo. Para eso sí que merece la pena que el Estado se endeude mientras la maquinaria del empleo, de la economía, de la creatividad social, se ponga a trabajar… con coronavirus o sin él, que esa es una historia paralela. No olvidemos que el Coronavirus ha provocado muerte pero la crisis económica ha provocado la paralización del país decretada desde Moncloa que, encima, no ha dado los resultados esperados contra el virus.

Lo de Saulo de Tarso: el que no trabaje que no coma.