Sr. Director:

Se ha formado una comisión a escala internacional para pedir al Papa Francisco que suprima la comunión en la mano. Desde hace XVI siglos, la comunión se venía dando a los fieles de rodillas y en la boca. Estamos viviendo en una época en la cual incompresiblemente, se han unido para hacer una nueva sociedad a escala mundial, los "tontos útiles" de la Iglesia Católica y la democracia, que es una rebelión contra Dios, al cual ni se le nombra. Pero para llevar eso a la práctica había que destruir a la Iglesia Católica, mundanizarla y desacralizarla y para eso había que desacralizar a la Divina Eucaristía, que quedaría como un símbolo, no como la realidad VIVA Y PRESENTE DE CRISTO. Por supuesto que muchas personas han rechazado esta unión; en el orden eclesiástico eran "tontos útiles" de los cuales se servía el enemigo para llevar a efecto su plan. Pero Dios es inmutable y sus enemigos seducidos por Satanás, son seres frágiles, vulnerables, caducos, son como una "sombra que pasa". Por eso dice el salmo: "Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, que no entra por las sendas de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos sino que su ley es la Ley del Señor y cuanto emprende tiene buen fin;  los pecadores son paja que arrebata el viento." Esta comisión tendrá buen fin, porque la comunión en la mano se estableció por desobediencia y por mucha que se repita, siempre será sacrílega. Este Tiempo de Adviento es oportuno para suprimir esa norma, pues nace el Mesías el Salvador y ante EL postrémonos y adorémoslo.