Un líder confundido en busca de un liderazgo confuso
Al final, es posible que el proyecto Suma se quede reducido a Navarra y es posible que PP y Ciudadanos no concurran juntos a las elecciones, ni en Cataluña, ni en Euskadi, ni en Galicia. Y la verdad es que el progre del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene razón esta vez: en Galicia 42 diputados del PP más cero diputados de Cs suman 42.
Aliarse con Vox no supondría menos votos para el PP y quizás sí implicaría menos votos para Vox
Ahora bien, tomando distancia, hay que concluir que el mayor error de Pablo Casado ha consistido en intentar pactar con las termitas en Ciudadanos en lugar de con Vox. Incluso respecto a este último ha caído en la trampa socialista de la “higiene democrática” y manipulado las elecciones en el día a día parlamentario. Verbigracia, negándole, en connivencia con el PSOE, cualquier Presidencia de comisión parlamentaria a la tercera fuerza política del país, con 52 diputados y ofreciéndosela a Íñigo Errejón, (dos diputados).
En su momento, Casado perdió la posibilidad de un acuerdo de legislatura con el PSOE, que le hubiera dado el voto anti-separatista
Porque aliarse con Vox no supondría menos votos para el PP… y quizás sí implicaría menos votos para Vox. Todo estriba en olvidarse de la propaganda monclovita: Vox no es un partido de extrema derecha, es un partido católico… cuyo éxito radica en el anti-separatismo y en la defensa de unos principios cristianos, que el PP abandonó.
Sobre el anti-separatismo: en su momento, la noche del 10 de noviembre, Casado perdió la posibilidad de un acuerdo de legislatura con el PSOE… que le hubiera dado el voto antinacionalista. No un gobierno de coalición PP-PSOE, por supuesto, pero sí acuerdo de legislatura.
Casado está cometiendo el único error que no se le perdonará: aparecer un día como compañero de la derecha pagana de Cs y al otro como líder de la derecha cristiana de Vox
Y respecto a los principios cristianos… ahí la culpa es mayor: es el propio PP quien, en nombre de un progresismo de derechas, ha abandonado esos principios.
Y así, Casado está cometiendo el único error que no se le perdonará: aparecer un día como compañero de la derecha pagana de Cs y al otro como líder de la derecha cristiana de Vox.
Y encima no se impone en su propio partido. Feijóo va por libre mientras Alonso continúa fastidiando en Euskadi
De postre, Pablo Casado no se impone en su propio partido. Feijóo va por libre mientras Alfonso Alonso continúa fastidiando en Euskadi, a pesar de su fracaso electoral. Porque, encima, Feijóo gana elecciones para el PP pero Alonso las pierde.
Y ojo a Vox; Abascal puede cometer el mismo error de Albert Rivera: que ya no se conforme con ser vicepresidente y quiera ser presidente. En ese caso, el pacto -lógico- entre el PP recristianizado y Vox, no sería posible: ni por parte de uno ni por parte del otro. Y entonces tendríamos el guerracivilismo de Sánchez-Iglesias en Moncloa… para muchos, muchos años.
Nota a pie de página. Los veteranos de Génova tienen razón: ahora, justamente ahora, acudir a la cita-trampa de Pedro Sánchez en Moncloa -próximo lunes- no supone otra cosa que liar al PP en la gran mentira del diálogo que, supuestamente, pretende un gobierno guerracivilista como el del PSOE-Podemos, cuyo único objetivo real es aniquilar a la derecha y, en especial, a los católicos.