Jordi Gual y Gonzalo Gortázar en la presentación de resultados 2020 de CaixaBank
El debate más habitual en Caixa desde hace 10 años es la necesidad de internacionalizarse. Pues bien, el primer ejecutivo, Gonzalo Gortázar, a preguntas de Hispanidad, durante la presentación de los resultados del ejercicio 2020, ha respondido que no, que no va hacer banca minorista en el exterior, ni ahora, ni tras la fusión con Bankia.
Otra cosa, matiza, es que ya hemos creado 25 oficinas de presentación en el extranjero que están ‘internacionalizando’ el negocio: empresas españolas en el exterior, multinacionales extranjeras que operan en España, exportación e importación, banca privada… pero nada de una red para hacer banca minorista. Conocen España y Portugal y allí quieren quedarse.
No es mala idea porque las fusiones trasnacionales que propone el BCE son imposibles en una Europa con 17 regulaciones distintas, tantas como miembros de Eurolandia.
Otrosí: el éxito de Gonzalo Gortázar ha sido la pelea con la morosidad, ya poco por encima del 3%. De hecho si el beneficio cae es porque se han provisionado 1.252 millones de euros ante un más que previsible ascenso de esa morosidad cuando a la economía española le quiten la anestesia. Y se la quitarán en 2021, no porque el Gobierno haya cambiado de opinión, sino porque esta tocando techo en su apalancamiento de deuda publica. Sí, al paciente le quitarán la anestesia de icos y ertes este mismo año, no queda otra, y entonces la morosidad bancaria se disparará. Gortázar aprovecha para hacer caja para cuando vengan mal dadas: este mismo ejercicio, el mismo en que la vicepresidenta Calviño anuncia una radiante recuperación de la economía española. Ella es así.
Por lo demás, la fusión con Bankia, por más que Gortázar se empeñe camina con una insoportable lentitud e incluso falta de transparencia. A estas alturas, seguimos sin saber qué puesto va a ocupar en la nueva entidad Pepe Sevilla, todavía ceo de Bankia así como todo el organigrama de la futura entidad.
El éxito de Gonzalo Gortázar ha sido la pelea con la morosidad
Los resultados de 2020 han sido no buenos, sino muy buenos. Hay que insistir en que el modelo Caixabank es el único posible con el actual precio del dinero: líder en fondos, en nóminas, nada de remunerar depósitos y gestión de activos vía fondos, que no tiene riesgo (el riesgo lo corre el cliente).
De hecho, todos los demás bancos no han hecho otra cosa que imitar a la Caixabank del último lustro.
Y eso sí: cuando los tipos se ponen en cero o en negativo, el resto de bancos, empezando por Santander y BBVA se ponen a cobrar a sus clientes por su dinero. No por darles un servicio, que eso es de ley, sino por el hecho de poder utilizar su dinero. Ahora bien. Si yo tengo que pagar al BCE que el cliente me pague a mí. Eso no es un argumento, es un sofisma. Para demostrarlo, no hace falta más que comparar el diferencial entre el coste del pasivo para los bancos con el BCE y el diferencial entre lo que les cuesta el dinero y el tipo al que lo prestan a sus clientes. Este es mayor que aquel.
Dicho de otra forma: si cobras por los depósitos deberías pagar por los créditos. O, al menos, el asunto es planteable.