- Y, si puede ser, antes de las elecciones del 20-D.
- El banco de Carlos Egea no está preparado para salir a bolsa.
- El candidato ideal del ministro es el Santander, aunque Ana Botín ya ha dicho que no busca negocio en España.
- Sí hay un ejemplo de colocación rápida: el Banco de Valencia.
- El problema es que ahora, en plena campaña electoral, el Gobierno no puede dar ayudas.
Ni salida a bolsa, ni subasta. Lo que quiere
Luis de Guindos (
en la imagen) es colocar
BMN (65% en manos del Frob) por la vía rápida. En primer lugar, porque la opción de cotizar en el mercado continuo se ha vuelto prácticamente imposible. Siempre se ha visto como una meta muy difícil de alcanzar y los
resultados de la entidad hasta septiembre han hecho saltar todas las alarmas. Efectivamente, el banco que preside
Carlos Egea no está en condiciones de dar el salto al parqué. Lo sabe
Egea y lo sabe
Guindos.
Precisamente, es el ministro de Economía el más interesado en 'desnacionalizar' el banco cuanto antes. Si puede ser, antes de las elecciones generales del 20 de diciembre. ¿Por qué tanta urgencia?
Guindos quiere dejar el futuro de la entidad bien encarrilado para evitar cualquier sobresalto futuro.
Recuerden que el ministro de Economía, que ya ha anunciado que abandonará la política cuando finalice esta Legislatura, fue consejero independiente del banco y miembro del comité ejecutivo y de la comisión de auditoría. Por cierto, también fue consejero de Endesa, de Unedisa (editora de El Mundo) y de Logista. Casi nada.
Sea como fuere, el ministro lo tiene claro: hay que colocar
BMN por la vía rápida. Cosa bien distinta es que lo consiga. Su candidato ideal es el Santander, aunque
Ana Botín ya ha dicho que no le interesa buscar negocio en España. Buscarlo de manera inorgánica, se entiende.
Como argumento, Guindos esgrime que no sería la primera colocación rápida. Recuerden, por ejemplo, la del
Banco de Valencia, que fue absorbido por Caixabank en el verano de 2013 sin mediar ningún proceso de subasta. El problema es que ese sistema implica que el Estado establece unas condiciones muy generosas al absorbente. Ayudas que ahora, en plena campaña electoral, el Gobierno no puede conceder.
Y eso es, precisamente, en lo que está trabajando el nuevo presidente del Frob, Jaime Ponce. Si lo logra, tendrá el eterno agradecimiento del ministro.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com