El batacazo de Boeing no parece que vaya a tener un fin a corto plazo, pues el flujo de caja operativo ha pasado de -2.021 millones de euros a -15.210 millones en un año, como se puede ver en los resultados de 2020, y empeorando el dato de los nueve primeros meses. Además, las pérdidas se han multiplicado por 18, situándose en 9.800 millones, es decir, que casi ha perdido 27 millones al día.

Ante este panorama resulta lógico que siga sin remontar en bolsa: su cotización del pasado miércoles ha caído casi un 4% tras conocerse los resultados, hasta los 194,03 dólares (160,32 euros). Por lo tanto, continúa lejos del máximo que registró el 1 de marzo de 2019, cuando cotizaba a 372 euros, días antes de que se prohibiera volar al avión 737 Max después de dos trágicos accidentes en los que fallecieron 346 personas. Un modelo que ya ha vuelto a volar en EEUU y otros países, tras recibir la autorización y después de 20 meses parado, además Boeing ha evitado el juicio pagando 2.000 millones.

Del famoso 737 Max, que ya puede volver a volar, Boeing ya ha entregado más de 40 unidades y cinco aerolíneas lo han devuelto al servicio desde el pasado lunes

El fabricante aeronáutico estadounidense sufre una doble crisis (la del 737 Max y la del Covid-19) y esto también se nota en los ingresos, que han caído un 24%, a 48.000 millones. “2020 fue un año de profundos trastornos sociales y mundiales que limitaron significativamente nuestra industria. El profundo impacto de la pandemia en los viajes aéreos comerciales, junto con la inmovilización del 737 Max, supuso un reto para nuestros resultados”, ha señalado el presidente y CEO de Boeing, Dave Calhoun.

Boeing no sólo ha tenido que lidiar con el desplome del sector aéreo que ha provocado la pandemia, también con efectos contables por unos 1.652 millones debido principalmente a las cancelaciones de pedidos del 737 Max, del avión de combustible KC-46 de la Fuerza Aérea Americana y el acuerdo con el Departamento de Justicia para evitar el juicio. A esto se suma un impacto de unos 5.370 millones por el programa del 777X, cuya primera entrega ha retrasado ahora dos años, hasta finales de 2023 porque su mercado (la larga distancia) se ha evaporado para el futuro inmediato y los aviones de fuselaje ancho se venden hoy a precios ridículos… Un nuevo modelo que los reguladores de todo el mundo examinarán minuciosamente antes de aprobar su vuelo, teniendo en cuenta lo sucedido con el 737 Max, según recoge Preferente.com. De este último, Boeing ya ha entregado más de 40 unidades y cinco aerolíneas lo han devuelto al servicio desde el pasado lunes.