Heinz Christian Strache
El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, propuso ayer celebrar las elecciones anticipadas para principios de septiembre, tras romperse el sábado la coalición de conservadores y ultranacionalistas que gobierna el país desde diciembre de 2017, debido a un escándalo que acabó con el vicecanciller ultraderechista y socio de Gobierno, Heinz-Christian Strache, por aparecer en un vídeo en el que cedía contratos estatales a un contacto de un oligarca ruso a cambio de respaldo político, recoge Diario de Jaén.
Strache insisitió en que no violó ley alguna, aunque reconoció que participó en este “asunto bochornoso” en estado de embriaguez.
Van der Belle recomendó la fecha tras una reunión con el canciller, Sebastian Kurz, quien propuso por vez primera las elecciones este sábado dado el golpe irreparable sufrido por la, de por sí, distanciada coalición de Gobierno que lideraba Strache antes de su dimisión. “Basta significa basta”, declaró Kurz el sábado a través de un comunicado.
Van der Bellen marcó la fecha de septiembre ante la dificultad que supondría celebrarlos en verano, como recomienda la ley electoral, por la intromisión de las vacaciones escolares. Presidente y canciller también han aprovechado la ocasión para hablar del Gobierno en funciones que liderará el país hasta la celebración de los comicios, y del papel que en él desempeñará el sustituto designado por Strache, el hasta ahora ministro de Transportes, Norbert Hofer, según informa la cadena OA24.
Van der Bellen ha añadido en su comparecencia que las dimisiones del vicecanciller y del jefe del grupo parlamentario del ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), Johann Gudenus, quien también aparece en la filmación, “eran necesarias e imprescindibles”.
Además, ha anunciado que abordará con Kurz “diferentes posibles escenarios” sobre cómo debe ser el gobierno de Austria y mantendrá consultas con los líderes del resto de los partidos políticos sobre este tema, añade Informaria.
En cualquier caso, la lectura es que la izquierda austriaca -el partido socialista-, en vísperas de las elecciones europeas del 26-M, han aprovechado, no para arremeter contra el responsable directo, sino para dañar la imagen del líder conservador Sebastian Kurz, la estrella ascendente de la política austriaca.