Renfe ha premiado a la francesa Alstom (3.000 empleados en España) y la suiza Stadler (900), frente a las españolas CAF (6.300) y Talgo (1.900). Y es que el operador ferroviario español les ha adjudicado la compra de 211 trenes de gran capacidad para Cercanías por 2.445 millones de euros.

Una decisión que se conoció hace unos días, aunque no fue hasta el pasado lunes cuando la aprobó el Consejo de Administración de Renfe, y que se produce después de que Alstom esté torpedeando el contrato de 2.500 millones que se adjudicó CAF con Bombardier Transportation (propiedad de la francesa Alstom desde finales de enero) para los cercanías de París. CAF mantiene su intención de cumplir la oferta con el cliente. 

Todo esto supone una muestra más de cómo España protege a sus empresas y que es bien distinto al proteccionismo que se da en Francia, cuya última muestra se vio con Carrefour. Además, de las cifras de empleados que los cuatro fabricantes ferroviarios tienen en nuestro país, conviene destacar que Alstom tiene 37 centros de trabajo y dos grandes fábricas en Barcelona y Vizcaya; Stadler, una planta en Valencia; CAF tiene sus plantas principales de producción en Beasain, Irún y Zaragoza, a las que se suman distintas filiales y localizaciones; y Talgo tiene dos fábricas en Madrid y Álava.

 

Renfe ha adjudicado a Alstom y Stadler el segundo lote de su plan de renovación del parque rodante, pero el más grande en cifras económicas. Recuerden que el primero fue para CAF y constaba de 31 trenes de Ancho Métrico y 6 trenes Alpinos, con un importe de unos 250 millones de euros. Aún quedan otros tres por adjudicar: uno de 43 trenes de Media Distancia; otro de 38 trenes de Cercanías, todos ellos híbridos, que irán al servicio en diferentes comunidades autónomas; y otro de 40 cabezas motrices que se destinarán a las distintas líneas de Alta Velocidad.

Paralelamente, Renfe sigue con su plan de expansión internacional en marcha y ahora negocia la compra del 50% de Leo Express, un operador checo de trenes y autobuses que transporta pasajeros en más de 100 ciudades de Europa Central. Un movimiento para el que necesita la autorización del Ministerio de Hacienda. Todo ello coincide con la liberalización ferroviaria en nuestro país, donde próximamente entrarán a competir la estatal francesa SNFC (con su servicio de alta velocidad low cost, Ouigo, el próximo 15 de marzo) e Ilsa -consorcio formado por Air Nostrum y la italiana Trenitalia- (lo hará el 1 de marzo de 2022). Además, Renfe está trabajando en la integración de un socio en su negocio de mercancías, aprovechando el tirón del comercio electrónico que ha generado la pandemia del coronavirus y con el objetivo de convertirse en un operador logístico integral. 

Este martes, CAF, a través de su filial Solaris, ha sido elegido para el suministro de 123 autobuses eléctricos que tendrán como destino siete ciudades rumanas. El importe de este contrato se sitúa cerca de los 65 millones. No es un consuelo ante el lote que no le ha dado Renfe, pero algo es algo, y demuestra el crecimiento que está logrando gracias a su acertada diversificación.