A Florentino Pérez (¡Oh captián, mi capitán!) no le preocupa el futuro de las pensiones. Al menos la suya, de 41 millones de euros, se antoja suficiente para pasar los últimos años de vida con cierta holgura económica. 

Ahora bien, tanta holgura no gusta a los accionistas de ACS, ¡cómo son!, que, en la Junta de 2017 rechazaron en masa la pensión de ¡Oh capitán, mi capitán!. Hablamos, según el informe de remuneraciones remitido por la compañía a la CNMV, del voto negativo del 40,26% de los accionistas que acudieron o estuvieron representados en dicha Junta (el 64,44%).

Sin duda, se trata de un rechazo histórico que incluye otros apartados. Por ejemplo, el sueldo de ¡Oh capitán, mi capitán!, que en 2016 ascendió a 4,5 millones y en 2017 aumentó ligeramente hasta los 4,7 millones.

José Luis del Valle (Chitín del Valle), uno de los hombres de confianza de Florentino, es otro que puede asomarse al futuro con tranquilidad ya que acumula una pensión de 9,5 millones de euros. Una cifra que cada año aumenta en 657.000 euros. La pensión de Florentino crece 1,3 millones cada ejercicio. Por cierto, del Valle ganó 3 millones en 2017.

Pero si hay alguien que sobresale es Marcelino Fernández Verdes. El nuevo Ceo de ACS y todavía presidente de las filiales Hochtief y Cimic, se embolsó 20,4 millones de euros gracias a un bonus de esta última. Marcelino, al que ¡Oh capitán, mi capitán!, Presidente y Ceo del grupo, no deja ejercer como primer ejecutivo, tampoco tendrá problemas el día que se retire. Ya acumula una pensión de 14 millones.

En resumen: sólo tres personas -Florentino, Chitín del Valle y Marcelino Fernández Verdes- suman, entre sueldos y pensiones, un total 92,6 millones de euros. Y eso no gusta a los accionistas.

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