Año 1992. Celia, de 11 años, que vive en Zaragoza con su madre viuda y estudia en un colegio de monjas percibe que hay secretos en su vida que ella desconoce, en una España en plena ebullición de acontecimientos.

El paso de la infancia a la adolescencia de una niña-mujer nacida en los años 80 es retratado con sensibilidad por la joven directora Pilar Palomero. Resulta totalmente creíble porque se basa en sus propias vivencias sin ser autobiográfico.

Asombra favorablemente la elegancia en la narración de los hechos y la ecuanimidad al describir a las religiosas y su forma de educar en aquellos años donde lo habitual era la educación segregada.

Las niñas resulta un retrato sociológico perfecto de esos años y donde hay instantáneas que lo dicen todo de un plumazo, como ese encuentro entre la madre de Celia (que trabaja en la ciudad) y su hermana que habita en el pueblo (de apariencia más anticuada) o ese baile a lo Mamma Chicho de las niñas en el patio del colegio, Telecinco ya estaba “maleducando” a esa generación.

Y presidiéndolo todo la mirada observadora de Andrea Fandós en el papel de Celia, una niña que quiere saber más de sí misma y de lo que acontecerá en su futuro.

Para: Los que les guste el cine español de calidad.