"No convoques a los muertos" podría ser el título ideal para anunciar esta precuela argumental de los anteriores éxitos de taquilla del mismo título. Eso sí, en esta ocasión, hay un cambio puesto que pasa a dirigirla el que sigue siendo su guionista: Leigh Whannell mientras que James Wan  (director de las dos primeras entregas) es ahora el productor. La incapacidad de una adolescente, Quinn, por entenderse con su padre viudo y olvidar a su madre, recientemente fallecida, le hace intentar comunicarse con ella en el más allá, desconociendo que su llamamiento atrae a criaturas demoniacas a este mundo, según le explica la vidente Elise con quien se pone en contacto. Pronto el mal cercará  peligrosamente a la joven. Este producto de serie B arranca con efectos  habituales del género para provocar el terror (ruidos extraños, presencias fantasmales etc…) y haciendo una especie de "mix" de imágenes impactantes de títulos clásicos para  desembocar en un final con inesperadas "salidas de tono" humorísticas. Por ello es difícil que alguien se tome en serio lo que parece advertir (en serio) la película: no se juega con lo oculto. Los aficionados al género, y la saga, disfrutarán con el guiño de la presencia en el reparto del mismísimo director, Whannell, interpretando a Specs, uno de los miembros de un equipo de cazafantasmas a los que recurre la joven Quinn, tras encontrarlos por internet... Para: Adolescentes y jóvenes que les gusten las películas de terror aunque sean, como ésta, de serie B Juana Samanes