Idlib, último bastión del Estado Islámico, la colección de salvajes más codificada de la historia reciente. Es lo que le falta a Bashar Al Asad para vencer en la guerra de Siria. Un detalle, los cristianos sirios quieren que gane Bashar Al Asad, aunque los cristianos europeos, medio lelos, y lo mismo puede decirse de los gobernantes norteamericanos, demasiado influidos por Israel, pretendan justamente lo contrario.

¿Por qué los cristianos sirios quiere al islámico Bashar al Asad? Pues porque en Siria sí hay libertad religiosa.

Vladimir Putin, en esto hay que alabarle, ha apoyado a Damasco. Y cuando Damasco parecía vencer al mismo Estado Islámico que atentaba en Europa, surge, cómo no, el fundamentalistas con corbata, Recep Erdogan,  que se obceca en destruir a Damasco y a los kurdos, que han luchado con valentía contra los terroristas. Y entonces Siria se cansa y lanza un bombardeo contra Idlib donde mueren 33 soldados turcos.

Reacción de Erdogan: seguir atacando a los kurdos y a los sirios mientras utiliza a los inmigrantes de los campos de refugiados, casi todos musulmanes pero que quieren viajar a la cristiana Europa, no a países árabes, y amenaza con echarles fuera para que ‘invadan’ Europa.

Pero el bueno, miren por dónde, sigue siendo Erdogan y el malo Bashar Al Asad.

Por cierto, las imágenes de RTVE sobre niños bombardeados en Idlib suponen otro gran engaño. La tesis es que Damasco mata a sus propios niños. Lo cierto es que esos niños huirían de Idlib si los fundamentalistas les dejaran marcharse. Pero este tipo de terrorismo islámico siempre utiliza a los mujeres y niños como materia prima para la guerra: en sentido prístino y para la guerra de propaganda. Para ellos, la guerra es una cuestión de familia. 

Y Occidente sigue apoyando a Erdogan y cargando contra Siria. Curioso.