• Queridos curas, queridos clérigos: en la Eucaristía sólo hay un protagonista y no es ninguno de ustedes.
  • Se olvidan de Benedicto XVI: "la liturgia no es innovación sino repetición solemne".
No éramos muchos en la eucaristía del pasado miércoles 29 de julio, en una muy conocida iglesia ubicada en el centro de Madrid. Nuestro oficiante nos lanza un sermón de esos a los que tan aficionados son algunos clérigos: un símbolo tras otro y el feligrés que sea capaz que lo interprete. Pero el problema de los curas es la soberbia, el deseo de no hacer siempre lo mismo para convertirse en los protagonistas de la eucaristía (un secreto: es mentira, no lo son). La cosa ya no pintaba bien y cuando el susodicho se apuntó al "canon de género" y decidió modificar las palabras consecratorias donde "mi sangre" no es entregada "por todos los hombres" sino "por toda la humanidad". ¿Comprenden? Si hubiera dicho por todos los hombres habría quedado como un machista, así que nuestro cura recurrió esa petulancia de "toda la humanidad". A ver, curas, dejad de innovar y recordad la sentencia de Benedicto XVI: "la liturgia no es innovación sino repetición solemne". Al final, nuestro oficiante se despidió porque cambia de horario de celebración, no sin antes agradecer a todos el clima que se había creado en esa eucaristía matinal, con tanta gente deseosa de hacer las lecturas así como de ayudar "en el servicio de la comunión". Este es el problema, querido mosén: la Eucaristía sólo pueden y deben repartirla los ministros de la misma así como los ministros extraordinarios, constituidos como tales por la autoridad eclesiástica. Porque a lo mejor resulta que están manipulando el cuerpo de Cristo quien no está autorizado para ello. Lo cual no es para felicitar a nadie sino para empezar a repartir bofetadas entre tanto majadero. El fundador del Opus Dei, San Josemaría, recordaba a los sacerdotes aquello de "tratádmelo bien". Queridos curas y queridos clérigos: en la Eucaristía sólo hay un protagonista y no es ninguno de ustedes. ¿Ha quedado claro? Eulogio López eulogio@hispanidad.com