• ¿A que suena mal esto de reivindicar la decencia? Pues por eso mismo.
  • No es una cuestión de democracia o dictadura. Las adolescentes de hoy escandalizarían a las vampiresas de Hollywood en el Estados Unidos del pasado siglo…
  • Y Estados Unidos era una democracia (a lo mejor ahora deja de serlo).
Algo empezó a fallar en el mundo cuando los vendedores de cerveza en los estadios empezaron a llamarse abastecedores logísticos en lugares de la concentración. Y si usted es maestro diga que es maestro, no ingeniero técnico pedagógico. Y es que somos unos horteras. Pues lo mismo ocurre con la modestia en el vestir, especialmente por parte de la mujer. Sí, de las mujeres, y eso no es machismo. Es simplemente recordar que el sexo masculino es emisor y el sexo femenino es receptor, tanto psicológica como físicamente. Por eso, lo natural en la mujer es el pudor, no la impudicia. Insisto: no es modernidad ni democracia enseñar el muslamen. ¿Y dónde está el límite? En la dignidad de la mujer, que es inmensa. Pero recuerden: no se trata de dictadura o democracia, sino de moral, es decir, de respeto a la dignidad personal, en este caso a la femenina. Una adolescente de hoy escandalizaría a las vampiresas de Hollywood en los años setenta del pasado siglo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com