No es broma, vean este interesante comparación entre las normas anticovid y las torturas de la CIA.

Estamos en desescalada porque baja el número de contagios y se reducirá con ello el número de muertos, que es la cifra clave, pero nuestros queridos mandatarios siguen advirtiendo que no podemos relajarnos y entonces nos golpean de nuevo con las restricciones, una de las primeras, claro está fue la libertad religiosa. Y las normas son obedecidas al instante, con disciplina prusiana. Pobre de ti si te atreves a rebelarte, es decir, a ser libre. Serás un irresponsable, un insolidario. Pobre de ti, en resumen, si no te automutilas.

Además, si tampoco con la vacuna recupero la libertad, ¿para qué vacunarse?

Es la locura Covid. Menos contagios, luego habrá menos muertos pero, ni antes ni después, más libertad. Pues oiga, casi, para vivir así, prefiero el virus. Además, si tampoco con la vacuna recupero la libertad, ¿para qué vacunarse? La vida tiene que ser algo más que supervivencia. De otra forma, la vida es un asco.