Decíamos ayer, y también hoy, que sorprende el silencio de tantos, aprovechado por el ulular de muchos, que intenta minusvalorar la petición de Vox de pin parental, de que los padres puedan negarse a que sus hijos aprenden aquello con lo que discrepan o que les produce repugnancia.

Pues bien, algo que parece elemental y un componente más del principio de libertad de enseñanza, uno de los principios no negociables para la Iglesia, así como componente elemental del Cheque escolar (otra petición de Vox) ha sido negado por casi todos.

El PP, con Pablo Casado, que empezó aplaudiendo y, una vez más, su cobardía, el ADN del partido, le llevó a virar.

El portavoz parlamentario del Vox, Iván Espinosa de los Monteros: si no es importante, ¿por qué no quieren aplicar el pin parental?

El pin no es una cuestión menor: si a los niños los educa el Estado, crearemos esclavos. Que es lo que le encanta al Gobierno Sánchez.