• Los madrileños aprovechan el último progre-invento de su presidenta –el bosque de los deseos- para mostrar sus 'plegarias'.
  • Y no se cortan. Hay quien, incluso, empujado por el ejemplo de sus dirigentes, pide ser político de mayor.
  • Pero tranquilos, a día de hoy no se conocen favores o milagros concedidos por David el Gnomo.
¡Madre mía, cómo está el patio! Me refiero al patio de la casa de Correos, sede la Comunidad de Madrid y del último progre-invento de Cristina Cifuentes: el bosque de los deseos. Un invento tan inútil como hortera. Eso sí, colocado junto a un impresionante Belén que responde, más que a sus creencias religiosas –las de Cifuentes claro- a su afán por diferenciarse en algo de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Sea por lo que fuere, el Belén es fabuloso y merece la pena visitarlo durante estos primeros días del año y últimos de Navidad y, por qué no, aprovechar para rezar delante del Nacimiento y, por ejemplo, pedirle al Niño Dios algo tan necesario y elemental como que nos ayude a hacer su voluntad en 2016. Se me ocurre, vaya. Cosa bien distinta es el bosque de los deseos. Pero es que, como ya hemos comentado en Hispanidad, Cifuentes –y el PP- acepta todas las tendencias, incluida la Navidad y su contrario. Total, ninguna vale nada. Eso sí, ya puestos, los madrileños han aprovechado esa 'plataforma' para mostrar sus deseos, como el de la imagen: "Jubílate Carmena". Otros, directamente, prefieren "que desaparezca Podemos" y hay quien, animado por el ejemplo de sus dirigentes, quiere "ser político de mayor". ¿Se cumplirán estos deseos? No tengo ni idea. De lo que sí estoy seguro es que, si salen adelante, no será por la mediación del espíritu del bosque, ni por la Madre Tierra o Pachamama, ni por David el Gnomo. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com