Mark Zuckerberg sigue empeñado en el metaverso, al que destina alrededor de 1.000 millones de dólares al mes
La amenaza que acecha a Facebook -ahora llamada Meta- está en los juzgados y no en el metaverso. ¿Recuerdan las declaraciones de Frances Haugen, en octubre de 2021? “Lo que quiero que la gente sepa es que Facebook es mucho más peligrosa de lo que se cree y cada vez es peor”, afirmó la exempleada en el Senado de EEUU y en una entrevista concedida a la CBS.
A la denuncia verbal de Haugen se han unido ahora otras siete personas que han acudido al despacho de abogados Beasley Allen Law para presentar una demanda conjunta en varios estados del país.
El fundamento de la demanda es suficientemente importante como para que Mark Zuckerberg esté preocupado. No sería la primera vez que quiebra una gran empresa norteamericana tras una condena judicial, y la demanda presentada por los exempleados podría abrir la veda a otras demandas de afectados por las supuestas prácticas dañinas de la red social.
Las acusaciones son muy graves. Según el bufete, los acusados “sabían que sus productos y servicios relacionados eran peligrosos para niños y adolescentes jóvenes impresionables, pero ignoraron por completo su propia información”. De esta manera, “implementaron algoritmos sofisticados diseñados para fomentar el acceso frecuente a las plataformas y la exposición prolongada a contenido dañino”. En definitiva, según los abogados, Facebook “explota a los jóvenes para obtener ganancias”.
A Zuckerberg se le acumulan los problemas. A la demanda y a las dudas que genera el metaverso, se une el desplome de la cotización bursátil de Facebook, que en el último año ha perdido un 51,5% de su valor.